martes, 25 de octubre de 2016

MOUSSE DE VAINILLA


LOS SECRETOS DE LA VAINILLA. Hay olores que no me pueden gustar más. En concreto, el de la vainilla me pierde. Recuerdo haber olido a vainilla desde pequeña, sobre todo en la cocina de mi madre cuando se ponía a preparar cualquier tipo de postre. El olor tenue a vainilla me parece reconfortante y muy cálido. Su esencia resulta irresistible. Dicen que la leche materna tiene un ligero aroma a vainilla y no es casualidad que los productos para bebé incluyan también un ligero olor a esta planta. Es cierto que no a todo el mundo le gusta este olor dulzón, que algun@s catalogan hasta de empalagoso, pero yo soy de la opinión de que a los que no consigue hipnotizar es muy probable que sea porque nunca han olido su auténtica esencia.

viernes, 21 de octubre de 2016

CÓMO CONSEGUIR QUE LOS NIÑOS COMAN DE TODO


TERAPIA NUTRITIVA. En materia de nutrición conozco a más de un/a padre/madre que parece que ha hecho un máster en psicología por cómo entienden de bien a sus hijos. Sin embargo, conozco a otros/as que no lo llevan tan bien y a veces, su nivel de desesperación alcanza cotas muy elevadas. ¡Es normal! No es nada nuevo que tu hijo pueda convertirse durante unos minutos en el niño de “El Exorcista” cuando se le pone un puré de verduras delante o sin embargo, el muy embaucador te eche la mejor de sus sonrisas cuando le pones en la mesa los clásicos macarrones con tomate y queso rallado para comer. Entender por qué tu hijo no come como los demás, qué puedes hacer para que coman determinados alimentos que no suelen gustar a casi ninguno, establecer unas rutinas alimentarias o saber qué alimentos deben comer en cada etapa de crecimiento es una asignatura que nunca nos enseñaron en el colegio, ni tampoco en la universidad, así que cuando llega el momento de enfrentarse a ese problema, a más de un@ le pilla desprevenid@.

martes, 18 de octubre de 2016

PASTEL DE MERLUZA Y GAMBAS

 

¿PASTEL, TERRINA O PATÉ? ¡Menudo lío! El otro día mis amigas me pusieron la cabeza como un bombo. En whatsapp tenemos un chat común que comienza a sonar a las siete de la mañana y no para hasta la medianoche o mejor, hasta que la última se duerme y en uno de los cientos de mensajes que nos escribimos al día alguien pregunta: "y cambiando de tema, ¿qué receta estás preparando, Patri?" Yo, con toda mi buena voluntad le respondo al instante: "un pastel de merluza y gambas". ¡Para qué queremos más! Como en ese momento estaba en la ofi, me concentré un rato en lo mío y cuando después de un buen rato volví a conectarme de nuevo tenía no sé cuantos mensajes recibidos y referidos a la dichosa receta. "¡No se te ocurra llamar a la receta pastel, Patri, que los pasteles son dulces!", decía una. "No tienes ni idea, Patri, ese tipo de pasteles se llaman terrinas, que mira que eres paleta a veces", decía otra. "Pues mi madre los llama patés, Patri, así que piénsalo bien antes de publicar", decía la tercera en discordia. ¡Pero mira que son listillas! En fin, que a pesar de que todas entendieron a la perfección de qué receta estaba hablando desde el principio, por si las mosquis y para no quedar mal delante de mis lector@s, no me ha quedado más remedio que mirar y remirar en Internet recetas parecidas y ahora puedo decir "con conocimiento de causa" que al final todas teníamos nuestra parte de razón. Así que como soy yo quien escribe El Especiero de Patricia voy a seguir llamándola pastel de merluza y gambas. ¡Y punto! Eso sí, no os preocupéis chicas, que las críticas podéis ponerlas un poco más abajo... ¡¡Jajaja!!

viernes, 14 de octubre de 2016

PERAS AL VINO CON AROMA DE CANELA


¿APTO O NO APTO PARA NIÑOS? Me cuenta una amiga que una mamá del cole de su hija ha protestado ante la dirección del colegio porque se ha enterado de que en el comedor se sirven guisos que incluyen vino y otros licores en su elaboración y piensa que esa forma de cocinar no es la más adecuada para sus hijos. ¡Acabáramos! He de deciros que me quedé literalmente flipada con el chisme en un primer momento. No tengo hijos, y quizás por eso nunca me he planteado ésta cuestión a la hora de cocinar. Sin embargo, sí que he cocinado para niños en muchas ocasiones y tengo que admitir que he seguido elaborando mis platos con los mismos ingredientes a los que estoy acostumbrada y eso incluye, por supuesto, el vino o el coñac. ¿Pude haberlos intoxicado de manera involuntaria? ¿Soy una imprudente e irresponsable? ¿Podrían haberme denunciado sus padres? Uffff, qué agobio y qué cargo de conciencia, por Dios.

martes, 11 de octubre de 2016

RISOTTO NEGRO CON CALAMAR



INTENSO SABOR. Comería arroz todos los días. ¿No os pasa los mismo a vosotr@s? No conozco un alimento más facilón. Creo que el secreto de su éxito es que va con todo. Y lo digo completamente convencida. Arroz blanco cocido, paellas de distintas variedades, guisos de carnes y pescados con arroz, ensaladas de arroz, sopas de arroz, risottos… ¿me falta algo? No es por nada, pero al final, si nos lo propusiéramos, podríamos comer un tipo de arroz diferente todos los días de la semana.

viernes, 7 de octubre de 2016

COCA DE SARDINAS EN ACEITE


LA PIZZA ESPAÑOLA. Que sí, que sí, que más de un@ y de dos confunden las típicas cocas saladas con una pizza italiana. Y en el fondo no dejan de tener un pelín de razón, porque el único ingrediente que las diferencia es el añadido de la manteca de cerdo en la masa original de la primera. ¡Ale! Ya he dicho el truco. Justo al comienzo del post. Lo cierto es que la masa de la coca salada y de la pizza son muy similares. Tienen un fermentado parecido, se hornean de igual manera y la masa resultante es, en ambos casos, esponjosa y de un grosor parecido. La diferencia más notable entre ellas es que las cocas españolas pueden ser dulces o saladas, mientras que las pizzas siempre son saladas y además incluyen obligatoriamente tomate frito, salsa de tomate o rodajas de tomate natural y cualquier tipo de queso que funda en su elaboración.

martes, 4 de octubre de 2016

BIZCOCHO DE ESPELTA CON CALABAZA, ZANAHORIAS Y NUECES


EL CEREAL DE MODA. No sé si os acordáis, pero hace años, cuando entrabas en una panadería solías pedir una barra o un bollo de pan blanco. Como mucho podías permitirte el lujo de pedir lo mismo, pero con harina integral. Y ahí terminaba la variedad de panes que existían en el mercado. Sin embargo, hoy en día, cuando entras en una panadería, uno casi tiene la sensación de tener que hacer un máster en tipos de harina e ingredientes con los que se pueden elaborar, porque comprar pan se ha convertido en toda una aventura. Barras de pan de trigo blanco, baguettes, molletes, pan integral, de pueblo, de centeno, con salvado, de maíz, de avena, de varios cereales, con frutos secos, con frutas, de molde, sin sal… ¡Una auténtica delicia! Estaréis de acuerdo conmigo en que si hay algo que siempre da buen rollo es entrar en una panadería y respirar el aroma tan rico que impregna el ambiente a pan recién hecho.