LOS SECRETOS DE LA VAINILLA. Hay olores que no me pueden gustar más. En concreto, el de la vainilla me pierde. Recuerdo haber olido a vainilla desde pequeña, sobre todo en la cocina de mi madre cuando se ponía a preparar cualquier tipo de postre. El olor tenue a vainilla me parece reconfortante y muy cálido. Su esencia resulta irresistible. Dicen que la leche materna tiene un ligero aroma a vainilla y no es casualidad que los productos para bebé incluyan también un ligero olor a esta planta. Es cierto que no a todo el mundo le gusta este olor dulzón, que algun@s catalogan hasta de empalagoso, pero yo soy de la opinión de que a los que no consigue hipnotizar es muy probable que sea porque nunca han olido su auténtica esencia.
Flor de la vainilla |
No sé si sabréis que la vainilla
es un género de orquídea de las más de 110 especies que se distribuyen por las
regiones tropicales del mundo. En concreto, la “vanilla planifolia” es la orquídea que produce el fruto de la que
se obtiene el saborizante llamado vainilla. Esta especia proviene del
continente americano y su nombre fue dado por los conquistadores españoles de
México, que conocieron este tipo de planta en las costas de Veracruz y la denominaron
así porque su fruto se parece a la vaina de una espada, pero en diminuto. La
vainilla es la única orquídea del mundo cultivada por razones que no sean
meramente ornamentales. Para obtener esta especia rica en
aroma, su cultivo y preparación necesita de largos y minuciosos cuidados. Esto
la convierte en uno de los productos agrícolas más caros del mundo. Se presenta
en forma de palos negros y brillantes, comúnmente denominados “vainas de
vainilla”.
La historia de la vainilla está
muy asociada a la del chocolate. Su origen es mexicano, donde los mayas
enriquecían con vainilla una bebida espesa hecha a base de cacao, brebaje
destinado a los nobles y a los guerreros, conocida con el nombre de "xocoatl".
Sin embargo, ni el cacao ni la vainilla los cultivaban ellos mismos debido a
que el clima no era el adecuado. Los totonacas, que ocupaban las regiones costeras
del Golfo de México (Veracruz y Papantla) eran quienes producían la vainilla y
se la facilitaban a los mayas.
Según cuenta la leyenda totonaca,
la planta de la vainilla nació de la sangre de la princesa Tzacopontziza
“Estrella de la mañana” en el lugar donde ella y el príncipe Zkatan-Oxga
“Venado joven”, que la había secuestrado por amor, fueron capturados y
decapitados por los sacerdotes de Tonoacayohua, diosa de las cosechas. El
príncipe se reencarnó en un vigoroso arbusto y la princesa se convirtió en una
delicada liana de orquídeas abrazada dulcemente a su amante.
Como saborizante, la vainilla es
una esencia utilizada en cremas, helados, pasteles y otras preparaciones
culinarias. Pero la vainilla no sólo se utiliza en cocina, está presente en
muchísimos perfumes, en algunos de forma predominante y en otros de manera casi
imperceptible, aportando solo un rastro de dulzura. La vainilla también tiene
propiedades medicinales, pues se utiliza como estimulante del sistema nervioso,
usada en forma de aceite esencial, tintura o infusión, ayudando a combatir los
esfuerzos musculares y los reumatismos e incluso se emplea contra la depresión,
la histeria o la melancolía.
Y ya que hablamos del aroma de la
vainilla en repostería, debemos saber que la ciencia gastronómica ha avanzado
de tal manera que los paladares poco entrenados no reconocerían una vainilla
natural de una química, o el jarabe de arce del auténtico e incluso los sabores de
algunas frutas como el mango, la piña o el plátano. Y es que cada vez los
aromas químicos son más perfectos. En este punto me parece que sería
interesante definir qué es un saborizante, una esencia y un extracto. Todos
ellos tienen una misma finalidad, que es dar sabor a nuestras masa, cremas o postres
en general.
- Saborizante. Sustancia fabricada en el laboratorio que imita un sabor natural.
- Esencia. Aceite extraído (generalmente de una fruta), mediante presión ya sea en frío o en caliente.
- Extracto. Se obtiene mediante la evaporación del solvente que se usa para extraer los sabores y aromas de un producto.
Interior de la vaina de vainilla |
A su vez, tenemos también:
- Aromas concentrados. Aromas de alta calidad, que tienen una alta concentración y que se utilizan en todo tipo de masas de repostería, helados, batidos, fondant, chocolates, caramelos, etc…
- Aromas naturales. Sin azúcares ni grasas añadidas y sin colorantes artificiales. Su poder aromatizante es menor que en el caso de aromas concentrados. Se utilizan para masas y cremas en repostería, helados, batidos, etc., pero no son aptos para usar con chocolate.
- Extractos incoloros. Saborizantes con base de alcohol. No son adecuados para preparaciones que deben hornearse ya que pierden parte de su sabor por el calor. Se usa para preparar frostings o glasas.
- Extractos puros. Son muy concentrados y totalmente naturales. Su base también es el alcohol pero al tener un sabor tan intenso nos permite añadirlo a mezclas que se vayan a hornear. Se utiliza en cremas, rellenos y frostings.
- Emulsiones. Tienen un fuerte sabor y se elaboran a base de agua, en lugar de alcohol, lo que las hace ideales para preparaciones que deben hornearse, como masas de pastelería (bizcochos, galletas…), rellenos y cremas.
- Pastas. Pastas naturales concentradas de frutas, flores y frutos secos. Se emplean en masas de pastelería, rellenos, frostings, cremas, yogures, helados…
Hoy vamos a preparar una sencilla mousse de vainilla. Una mousse es
una espuma de origen francés cuya base es la clara de huevo montada a punto de
nieve o la crema de leche batida, que le dan al postre una consistencia muy
esponjosa. Es este merengue lo que confiere a la mousse esa textura tan
característica de diminutas burbujas. Es muy importante tener en cuenta que las
mousses caseras se basan en huevo crudo, por lo que hay que tener mucha precaución
de consumirla pronto y sobre todo, mantenerla refrigerada.
¡Vamos con la receta!
¡Vamos con la receta!
INGREDIENTES (para 4 personas):
½ litro de nata para montar
8 huevos
3 vainas de vainilla
4 láminas de gelatina sin sabor
55 gramos azúcar blanquilla
Canela en polvo
- Calentar la nata en un cazo a fuego medio junto a las 3 vainas de vainilla y el azúcar. Remover hasta que el azúcar esté completamente disuelta. Cuando comience a hervir, dejar a fuego lento durante un par de minutos y retirar. Reservar. Haciendo un corte a lo largo de la vaina, extraer los granos de vainilla de su interior y añadirlos de nuevo a la nata para que vaya soltando su aroma mientras se prepara el resto de la receta.
- Hidratar las láminas de gelatina en un poco de agua del tiempo.
- Apartar 8 yemas en un bol y 3 claras en otro. Montar las claras a punto de nieve con ayuda de la batidora y el accesorio de varillas hasta que estén firmes. Reservar.
- Colar la nata para retirar los granos de vainilla y añadir a ese recipiente las láminas de gelatina ya hidratadas, removiendo cuidadosamente con una cuchara de madera. A continuación, incorporar las 8 yemas de huevo y mezclar bien todos los ingredientes.
- Por último, incorporar las claras a punto de nieve a la mezcla anterior con movimientos envolventes.
- Servir la mousse en recipientes individuales y dejar enfriar en el frigorífico como mínimo de 3-5 horas (es mejor preparar el postre con un día de antelación).
- Servir la mousse fría con un poco de canela por encima.
¡Salud! Que la disfrutéis...
Qué rico!! Y qué facil de hacer. Lo apunto en mi lista de postres. Lucía.
ResponderEliminarCuando dices movimientos envolventes se refiere a no remover demasiado la mezcla? Ana
ResponderEliminarJustamente eso, Ana, mezclar de forma que las claras a punto de nieve no bajen, es decir, que las burbujas, que es lo que le da la gracia al postre, no desaparezcan.
EliminarMe gusta el postre porque no lleva excesiva cantidad de azúcar eb su preparación. Alba
ResponderEliminarTiene aspecto de ser muy ligero. Perfecto para después de una buena comida. Eva
ResponderEliminarPuedes utilizar esencia de vainilla en vez de vainas de vainilla?? Qué buena pinta! Lara
ResponderEliminarSi, Lara, sin problemas. Puede utilizarse extracto o esencia de vainilla.
EliminarNo tenía no idea de que la vainilla proviniera de la orquídea. Qué interesante! Raquel
ResponderEliminarQué buena pinta!!! Mar
ResponderEliminarLa nata se podrá sustituir por leche evaporada, no?? Ana R.
ResponderEliminarPor supuesto, Ana. Así aligerarás el postre.
EliminarMe encanta el olor a vainilla y junto a la canela son mis especias favoritas. La mousse es un postre ligero y con el que se puede quedar muy bien. Paula
ResponderEliminarLa gelatina me gusta más en polvo que en láminas duras. Se puede sustituir verdad? Carmen
ResponderEliminarPuedes utilizar sin problemas gelatina en polvo, Carmen. Cuidado con la cantidad!
EliminarMuchas gracias por vuestros comentarios!!!
ResponderEliminar