¡SOCORRIDO ES POCO! Actualmente, a los que nos gusta comer, la
gastronomía en general nos ofrece un abanico inmenso de platos de muy diferente
tipología y procedencia, con elaboraciones extravagantes que siguen impresionándonos una y otra vez a pesar de pensar que ya lo habíamos probado
todo, cocinados con productos y alimentos a los que no estamos acostumbrados y
que en muchas ocasiones llegan a cautivarnos, con texturas, técnicas, olores y sabores que consiguen seducirnos una
y otra vez. Por supuesto, esto es lo que adoro de la cocina. Que nunca deja de
sorprenderme. Sin embargo, al igual que existen platos fascinantes y
modernos, también hay otros la mar de sencillos. Platos
tradicionales, de toda la vida, de los que uno no se cansa por mucho que los
coma una y otra vez. Os hablo por ejemplo de los clásicos huevos fritos con
patatas y chistorra o los famosos huevos al plato o a la flamenca. De hecho
creo que si hiciéramos una encuesta acerca del tipo de platos que más gusta a
los españoles, os aseguro que buena parte de los encuestados elegirían estos
últimos sin dudarlo.
Hoy, con la excusa de comer algo rico, fácil y muy socorrido voy a centrarme en los huevos
a la flamenca (también denominados "al plato"), muy popular en la cocina andaluza, concretamente de la zona de Sevilla. Los ingredientes básicos son los huevos cuajados y las verduras. Este
plato se elabora en una cazuela de barro donde se estrellan unos huevos crudos,
que se acompañan con espárragos verdes o guisantes y también habas,
judías verdes o calabacín. En muchos casos, se le añade también una salsa de tomate o un
refrito de cebollas rehogadas y algunas veces hasta patatas fritas. Por supuesto, no pueden faltar algunas carnes como rodajas finas de chorizo, tacos de jamón serrano, etc. Todo
ello se mete en el horno, dejando que los huevos cuajen en más o menos 15’ a
180 grados.
En este plato el ingrediente por
excelencia es el huevo, alimento que muchas generaciones han crecido pensando
que su consumo debía limitarse porque aumentaba considerablemente los niveles de colesterol e
incluso era perjudicial para ciertas dolencias del hígado. Sin embargo, esta
injusta fama alrededor del huevo es cosa del pasado porque recientes estudios científicos están
demostrando lo sanos que son:
- Su consumo es adecuado para todas las edades.
- Se aconseja consumir entre 4 y 5 huevos a la semana porque en ellos se encuentran las proteínas de mayor valor biológico, más completas incluso que las de la carne, el pescado o los lácteos, ayudando a proveer de energía al cuerpo, a construir la fuerza muscular y a prevenir la pérdida de masa muscular. Son bajos en grasas saturadas y sólo contienen 70 calorías/unidad.
- Son beneficiosos para los ojos, el cabello y las uñas. Comer huevo a menudo puede prevenir la degeneración macular y reducir el riesgo de sufrir cataratas, porque los huevos contienen luteína y zeaxantina, nutrientes que previenen esta dolencia. Además, contienen un alto contenido de azufre y son una buena fuente de vitamina D y antioxidantes, que ayudan a que el cabello y las uñas crezcan saludables.
- Son buenos para la función del cerebro ya que contienen colina, nutriente que regula el sistema nervioso, el cerebro y la salud cardiovascular. Es uno de los pocos alimentos ricos en ácidos grasos Omega-3, beneficiando además al corazón y los vasos sanguíneos.
La pregunta del millón con
respecto al huevo es: ¿cómo debe comerse para aprovechar sus nutrientes?, ¿qué
parte del huevo es más saludable, la clara o la yema? y ¿cómo debe consumirse,
crudo o cocinado?
Diferentes variedades de huevos frescos |
Desde el punto de
vista nutricional, la respuesta a qué parte del huevo es más saludable es la yema porque ahí se encuentran la mayor
parte de los nutrientes. La yema es el óvulo del huevo, donde se forma
el pollo si es fecundado y empollado. En la yema de huevo encontramos potasio,
fósforo, hierro y calcio, aunque también ofrece pequeñas cantidades de
magnesio, sodio y selenio. La yema es la parte grasa del huevo y por tanto,
también es la porción que ofrece más colesterol. Sin embargo, desde el punto de
vista saludable, parece más sana la clara de huevo pues es donde se concentra
toda la proteína, además de no poseer nada de grasa y tampoco colesterol. La clara contiene minerales (sodio y potasio) y vitaminas (ácido fólico,
retinol, vitamina A, D, E y carotenos). Es importante saber que la clara de
huevo cruda no es digerible por nuestro organismo. De hecho, no es aconsejable consumir
claras de huevos crudas porque además de que su sabor no es agradable pueden
estar infectadas por salmonela. Para que la proteína de la clara de huevo pueda
ser asimilada debe desnaturalizarse, es decir, debe pasar por un proceso por el
cual cambie su estructura pero no se vea afectada su composición en
aminoácidos. La mejor forma de desnaturalizar la proteína es a través del
calor, es decir, aumentando la temperatura de la clara del huevo para que
nuestro cuerpo pueda digerir y asimilar esta proteína. Esto es, cocinando
el huevo.
Existen multitud de recetas de
huevos al plato o a la flamenca. Yo os traigo mi propia versión. En esta receta podéis optar por comprar los guisantes frescos (aunque resulta un tanto laborioso sacarlos vaina por vaina y además, después hay que cocerlos) o comprar unos buenos guisantes en conserva (no los típicos
congelados), opción que he elegido yo.
INGREDIENTES (4 personas):
8 huevos (2 por persona)
600 ml. salsa tomate casera
100 gramos chorizo curado
100 gramos jamón serrano
200 gramos guisantes
2 ajos
1 cebolleta
½ cucharadita pimentón picante
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
PREPARACIÓN:
- Precalentar el horno a 180-200 grados.
- Cortar el chorizo y el jamón en taquitos.
- Pelar y picar los ajos y la cebolleta.
- En una sartén a fuego medio, añadir un chorrito de aceite, comenzar a pochar las verduras (ajos y cebolleta) hasta que estén blanditas. Salpimentar.
- Abrir el bote de guisantes y quitar el agua de conserva con ayuda de un colador.
- En la misma sartén y a fuego lento, incorporar el bote de guisantes, los taquitos de chorizo y jamón y rehogar un poco (con un par de minutos es suficiente porque va a terminar de hacerse en el horno) para que se integren bien todos los ingredientes.
- Añadir el bote de tomate frito casero y media cucharadita de pimentón picante. Remover bien para que no se queme.
- Si disponemos de cazuelitas individuales, repartir el sofrito entre ellas y cascar un par de huevos en cada cazuela. Salpimentar los huevos.
- Introducir en el horno durante unos 10-15', hasta comprobar que los huevos están cuajados.
- Servir caliente.
¡Salud! Que los disfrutéis...
Tu lo has dicho, nada como un buen par de huevos con papas fritas! Lourdes
ResponderEliminarPues yo era de las que seguía pensando que los huevos no deben consumirse muy a menudo. Me acabas de dar una alegría! Paz
ResponderEliminarUn clásico estos huevos a la flamenca. Yo se los pongo a mis hijos de vez en cuando. Muy ricos! Esther
ResponderEliminarLos huevos al plato es el típico que nos hacía mi madre para cenar cuando éramos pequeños. A mi me encantan, aunque hacía tiempo que no oía hablar de ellos. Me scabas de dar una idea para hacer esta noche. Nuria
ResponderEliminarQue ricos x Dios!! No recuerdo la última vez que los comi. Como me apetece hacer unos huevos a la flamenca. Mamen
ResponderEliminarYo también soy de platos clásicos y tradicionales. Aunque de vez en cuando me apetezca algo más sofisticado. Me vuelven loca los huevos al plato! Menuda pinta. Lola
ResponderEliminarBuenísimos esos huevos a la flamenca. Hace tiempo que no los como pero me apetecen un montón. Buena receta! Inma
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios. Me gusta haberos recordado este plato, muy típico en nuestro país y creo que pelin olvidado. No debemos perder las buenas costumbres!!! Animaos y cocinad unos buenos huevos a la flamenca!!
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