CÓMO CONSEGUIR EL BIZCOCHO PERFECTO. No es por nada, pero es
ponernos a hablar de bizcochos y se arma la revolución. ¿Por qué me salen más
duros que una piedra? ¿por qué no me sube el bizcocho? ¿por qué una vez lo saco
del horno se me abomba por el centro? ¿por
qué se me queda crudo por el centro? De verdad que no exagero ni media. A este
interrogatorio me suelen someter mis amigas cada vez que la conversación gira
en torno a este tipo de repostería. Y lo peor es que suelen señalarme con el
dedo, como si la culpable de que los bizcochos no salgan ricos y esponjosos fuera única y
exclusivamente mía. Mi respuesta, que trato de que suene lineal, sin
que se note en mí ni un mínimo de agitación por si se les ocurre tirarse encima
es: “llamad a mi madre”. Así de
fácil. Si hay alguien para quien la repostería no tiene ningún misterio es
ella. No sé si nació con un libro de repostería bajo el brazo o qué, pero en
estos temas es siempre una apuesta segura. No falla. De hecho, a mi madre le basta con echar un solo vistazo por encima a cualquier receta de postres para saber si sale o no y lo más increíble, si le gusta la receta, encuentra cuales son los fallos de elaboración y cómo deben
remediarse. ¡Una máquina, sí señor!
Bromas aparte, lo cierto es que cuando decides dedicar tiempo y ganas a elaborar la masa de un bizcocho, lo suyo sería obtener un bizcocho doradito y esponjoso en vez de un bollo mazacote y medio crudo en su interior, porque me da la sensación de que si sale mal y esto ocurre más de dos veces, aparte de que la mala leche está asegurada, seguramente más de un@ pasará de volver a intentarlo.
Medir bien los ingredientes es fundamental |
Así que, con la clara intención de evitar ese desastre,
hoy os he recopilado algunos trucos interesantes para hornear el bizcocho
perfecto.
- La regla de oro a la hora de hornear un bizcocho es medir con exactitud los ingredientes con los que vamos a elaborar el bizcocho. La repostería es una ciencia exacta y a diferencia del resto de elaboraciones en cocina, en el que uno puede permitirse incorporar éste o aquél ingrediente para mejorar un plato, en cuestión de postres, alterar los ingredientes puede resultar nefasto.
- Los ingredientes deben estar a temperatura ambiente, con el objetivo de evitar que la masa se corte en el momento del batido.
- El tamaño de los huevos es muy importante. La referencia generalizada es utilizar huevos tamaño M, cuyo peso oscila entre 55-65 gramos.
- Agregar una pizca de sal a la mezcla ayuda a realzar el sabor del bizcocho.
- El tipo de harina que debemos utilizar es harina de trigo común. Existen en el mercado harinas que incluyen impulsor químico o levadura, pero es preferible adquirirlos de manera separada porque así controlaremos la cantidad que usemos de uno y otro.
- El impulsor químico o levadura (por ejemplo Royal) es la encargada de conseguir que la masa reaccione con el calor durante el horneado. No debe confundirse con la levadura de panadería (fresca o seca).
- Aromatizar la masa del bizcocho es muy recomendable. Se pueden utilizar esencias como la de vainilla, ralladuras de limón o naranja e incluso de lima.
Tamizar la harina y la levadura e incorporar poco a poco |
Algunos consejos útiles con respecto a la masa de un bizcocho son:
- Para que nos quede un bizcocho esponjoso, el truco está en que debe contener mucho aire. Esto se consigue con el correcto batido de ingredientes. La masa estará perfecta cuando haya triplicado su volumen y tenga un color blanquecino.
- La incorporación de aire en la masa también dependerá del tamizado de la harina, paso que debe hacerse obligatoriamente de esta forma.
- Es conveniente agregar la harina al huevo batido de forma inmediata para que no se pierda el aire incorporado, removiendo con movimientos envolventes, con mucha suavidad y lo menos posible. Lo mejor, ir agregando poco a poco la harina.
- Una vez lista la masa del bizcocho debe hornearse inmediatamente a la temperatura adecuada.
- Para que la masa no se pegue al molde, debemos untarlo con un poco de mantequilla y espolvorear con un poco de harina, retirando el exceso golpeándolo con suavidad, boca abajo.
Hornear a una temperatura constante de 180ºC |
En cuanto al proceso de horneado y al tiempo de cocción:
- La temperatura adecuada del horno debe ser de 180 grados, activando tanto la parte superior como la inferior del horno. El bizcocho debe colocarse en el centro del horno, sobre la rejilla, así le llegará el calor de igual manera por todos los lados.
- No debe abrirse el horno durante el proceso de horneado, al menos durante las 2/3 partes del tiempo de cocción requerido bajo ningún concepto. Transcurrido ese tiempo se puede abrir la puerta del horno para comprobar el punto de cocción o para cubrir el bizcocho con papel aluminio si la superficie se está dorando en exceso.
- En cuanto al tiempo de cocción, debemos seguir las indicaciones de la receta, aunque cada horno es un mundo, así que debemos estar un poco pendientes, por si las moscas. La teoría dice que un bizcocho debe hornearse 7’ por cada centímetro de grosor de la masa. Sabremos que el bizcocho está perfecto cuando al introducir un palillo en el centro, éste sale seco y limpio.
- Una vez horneado el bizcocho, debemos sacarlo del horno y dejar atemperar antes de desmoldarlo. De esta forma la miga se asienta y el bizcocho no se desmoronará al cortarlo.
- Para mantener el bizcocho tierno y esponjoso, cuando lo desmoldemos, debemos envolverlo en film transparente. El calor hará que se produzca humedad, que hará que el bizcocho lo absorba inmediatamente. Después, puede guardarse en un tupper hermético.
Hasta aquí las recomendaciones en relación a la elaboración de la masa
y el posterior horneado del bizcocho. Pero también es interesante observar el
aspecto del bizcocho una vez horneado, porque su apariencia nos va a revelar si es
necesario solucionar algunos errores la próxima vez.
- Si el bizcocho es demasiado alto por el centro, se debe a que el horno tiene más temperatura de la que debe.
- Que salga una pequeña montañita es normal, pero si es excesiva debemos bajar un poco la temperatura la próxima vez. Para arreglarlo, basta con desmoldarlo al revés para que se aplaste la montañita y si así no queda bien, podemos cortar el copete con ayuda de un cuchillo.
- Si el bizcocho está hundido por el centro, el horno tiene menos temperatura de la que debe, así que para corregirlo debemos subir un poco la temperatura la próxima vez.
- Si el bizcocho sale del horno perfecto pero de repente se nos hunde, significa que el horno estaba excesivamente caliente y el bizcocho se ha arrebatado. Para subsanar el error, debemos corregir la temperatura, que nunca debe exceder de los 180ºC.
¿Oído cocina? Pues vamos allá con la receta de hoy, que no es más que un bizcocho clásico al que le vamos a añadir un poco de queso fresco de untar, con el objetivo de suavizarlo y además, darle un sabor diferente.
INGREDIENTES:
4 huevos M
1 limón (o naranja)
250 gramos harina
185 gramos queso Philadelphia
185 gramos mantequilla
250 gramos azúcar
1 sobre levadura
PREPARACIÓN:
- Precalentar el horno a 180 grados.
- Añadir al molde un poco de mantequilla y espolvorear con un poco de harina para que no se pegue el bizcocho.
- Separar las claras y las yemas de huevo.
- En un bol, batir las claras de huevo a punto de nieve con ayuda de la batidora y el accesorio de varillas. Reservar.
- En otro bol, mezclar la mantequilla pomada (a temperatura ambiente) con el azúcar. Batir.
- Agregar el queso crema y las yemas de huevo. Continuar batiendo.
- Añadir la ralladura de un limón o de una naranja, con cuidado de no llegar a la zona blanca porque amargará.
- Incorporar la harina tamizada y la levadura a la mezcla, mezclando con suavidad, con ayuda de una espátula.
- Por último, añadir las claras a punto de nieve con movimientos envolventes para conseguir mantener la esponjosidad de la masa.
- Volcar la mezcla en el molde e introducir en el horno durante 40-50, hasta que al introducir un palillo en el centro éste salga limpio y seco.
- Una vez listo, sacar el bizcocho del horno y dejarlo atemperar un rato antes de desmoldar.
- Podéis servirlo espolvoreado con azúcar glas por encima.
¡Salud! Que lo disfrutéis...
Igual que el bizcocho de limón pero con queso philadelphia. Tiene que estar exquisito. Marta
ResponderEliminarEl bizcocho es un postre que parece fácil pero que no siempre sale bien. Yo hago el 3,2,1 que pusiste hace algún tiempo y sale muy rico. Lourdes
ResponderEliminarSupongo que el queso de untar le dará mayor cremosidad, no? Menuda pinta! Maite
ResponderEliminarGracias x todos esos consejos. Desde luego, xa gente como yo, negada xa la repostería son bienvenidos. Qué rico. Teresa
ResponderEliminarMe pierden los bizcochos caseros. Tan blanditos y esponjosos. Pero es verdad q no siempre salen bien. Me mola la publicación de hoy. Paula
ResponderEliminarPatricia, supongo que se puede cambiar la harina comun x otro tipo, como integral, de maiz o de arroz, no?? Mismas cantidades verdad?? Ana L.
ResponderEliminarA mis hijas les chifla el bizcocho. Mucho mejor que cualquier tipo de bollería industrial. No lo he probado con Philadelphia, pero esta receta la hago ya seguro. Olga
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