viernes, 4 de noviembre de 2016

LASAÑA DE SALMÓN Y GAMBAS


RESACA POST HALLOWEEN Y COSAS RARAS DE LA INFORMÁTICA. ¡Que sí, que ya sé que voy con retraso! Pero es que esta semana me ha ocurrido una cosa muy extraña. El lunes pasado (día de no publicación), se publicó por arte de magia en Twitter y en el propio blog el post que debería haberse publicado el martes (sin fotografías, además) y el martes se publicó por error la receta que debería haberse publicado hoy, dejando de publicarse la que estaba prevista para ese día. ¡Un lío de película! O mejor, de película de terror, que para eso ha coincidido con la semana de Halloween. 


Lo cierto es que suelo echar un vistazo al programa de “El Especiero de Patricia” casi a diario y con más motivo los martes y viernes, con el objetivo de asegurarme de que el post del día se ha publicado correctamente, además de para leer vuestros comentarios y cotillear un poco cómo va la audiencia. Hasta ahí todo normal. Pero claro, con la excusa de que esta semana era puente, mi chico y yo decidimos pasar unos días en Asturias y supongo que como lo suyo era desconectar, he desconectado tanto, tanto que, ¡casualidades de la vida! no he mirado el dichoso programita ni una sola vez. Suelo tener preparadas las publicaciones con anterioridad y de hecho, en periodos de fiestas y vacaciones las dejo programadas con fecha y hora para que no surjan imprevistos. Bueno, pues no ha habido ninguno hasta ahora. Y lo peor. Si no es por un mensaje que me hizo llegar Lola, una seguidora del blog, posiblemente no me hubiera percatado del error hasta el día de hoy. Lola, ¡millón de gracias por tu colaboración y por estar atenta a todo lo que ocurre en “El Especiero de Patricia”! ¡Da gusto tener seguidoras como tú!


Como podéis imaginar, mi primera reacción ante el desastre fue, ¿qué leches ha pasado aquí? ¿Cómo he podido equivocarme de post, de día y además, quitar unas fotografías si suelo revisar las publicaciones varias veces antes de programarlas? ¡No entendía nada! Me metí en un chat de blogueros al que suelo recurrir cuando algo se me estropea y un compi de chat me dio la solución: “¿guardas alguna copia de seguridad del blog? Recupera la última y mira qué ha podido ocurrir”. ¡Dicho y hecho! Suelo hacer una copia de los contenidos del blog cada vez que inserto nuevas publicaciones en el programa y la última era justo del jueves pasado. Reinicié el programa y ¡voilà!, tanto la programación de los post como las fechas de publicación estaban correctas (con fotos incluidas). Raro, raro, ¿verdad? No es que quiera ser tremendista, pero una de dos, o alguien me ha hackeado el blog y mi cuenta (mi chico dice que veo muchas pelis de ciencia ficción) o algún espíritu maligno, a sabiendas de mi aversión por el Día de Halloween aprovechó la ocasión para hacerme una broma pesada. Sea como fuere, lo cierto es que esta semana, “El Especiero de Patricia” ha sufrido un fenómeno paranormal muy extraño, así que a partir de hoy estaré más al loro por si hay un ente que quiera seguir haciendo de las suyas. 


Y hablando de otros temas, que tampoco ha sido para tanto, he pensado que como esta semana da comienzo el mes de noviembre y en cuanto nos descuidemos estaremos en vísperas de las Fiestas de Navidad, me parece buena idea comenzar a preparar publicaciones que incluyan recetas un poquito más especiales, con algunos ingredientes un pelín más sofisticados, que nos inspiren y proporcionen ideas interesantes a la hora de elaborar los próximos menús navideños. Sorprender a la familia con un plato diferente puede resultar muy agradable. ¡Pero no os asustéis! Como siempre, trataré de recomendar recetas con elaboraciones sencillas, algunas de ellas incluso que puedan cocinarse de un día para otro, con el objetivo de no agobiarnos más de la cuenta y sobre todo, de que no resulte pesado y monótono ponernos a cocinar.

Y para muestra, un botón. Hay que reconocer que la lasaña le gusta a cualquiera. Es uno de los platos favoritos de los niños y a los adultos tampoco suele dejarnos indiferentes. Hoy vamos a preparar una lasaña diferente. En vez de utilizar carne o verduras vamos a rellenarla de salmón y gambas, un pack muy marinero que convertirá nuestra lasaña en un plato con un toque especial. De la pasta, en principio parece que lo sabemos todo. Es fácil de preparar, generalmente va con todo y dependiendo de con qué ingredientes la acompañemos, puede resultar una comida más o menos calórica. Hasta aquí todo ok. Pero, ¿sabemos sacarle el máximo partido a la pasta? 




Algunos de los errores más frecuentes que cometemos al cocinar cualquier tipo de pasta son:

  1. Utilizar una olla demasiado pequeña. Con el objetivo de que hierva más rápido y de esta forma cocer la pasta antes. ¡Error! La pasta necesita mucha agua y espacio para moverse para poder cocerse adecuadamente, así que si la amontonamos, lo más probable es que la pasta salga a medio cocer y con aspecto pegajoso. Lo ideal, 5 o 6 litros de agua por cada kilo de pasta.
  2. No añadir sal al agua. La pasta siempre debe cocerse con un poco de sal, al igual que cuando se cuecen verduras o una pechuga de pollo. Si os pasáis con la sal no os preocupéis, la pasta absorbe sólo la cantidad que necesita. La cantidad perfecta es un par de cucharadas de sal por cada 5 litros de agua.
  3. Agregar aceite al agua de cocción. Solemos creer que así evitaremos que la pasta se pegue entre sí. ¡Error! El efecto de añadir aceite impide una cocción de la pasta uniforme. Además, quedará aceitosa, con una película escurridiza que hará que la salsa con que la acompañemos no se impregne bien y resbale.
  4. Seguir el tiempo de cocción del envase. ¡Muy importante! Seguir las recomendaciones del fabricante es la mejor forma de conseguir que la pasta quede perfecta. Eso sí, si te gusta al dente o incluso un pelin dura solo tienes que probar una pieza un par de minutos antes de la hora que indique la etiqueta y listo.
  5. Escurrir todo el agua. La pasta libera almidón mientras se cuece, lo que hace que el agua de cocción sea más espesa y pegajosa. Una taza de este agua debe reservarse para añadirla a la salsa de la pasta, así lograrás que sea ligeramente más cremosa y además, ayudará a que se adhiera mejor a la pasta.
  6. Enjuagar la pasta después de la cocción. ¡Error! Mucha gente enjuaga la pasta tras la cocción con el objetivo de evitar que se pegue, pero lo único que consiguen es eliminar el resto del almidón que tiene la pasta, que es lo que ayuda a mantener su forma y sobre todo, a que la salsa con la que vamos a acompañarla se adhiera de forma homogénea. Lo mejor es escurrir la pasta e incorporarla de inmediato a la salsa, para que ésta bañe la pasta con todo su sabor.

Para esta receta basta comprar unos lomos de salmón fresco sin espinas y unas buenas gambas de calidad. ¡Ya veréis que fácil y qué buen resultado obtenéis con este plato!

INGREDIENTES (4 personas):
12 placas de lasaña
500 gramos de salmón sin espinas (2 lomos aprox.)
300 gramos de gambas frescas
3 dientes ajo
1 puerro
100 gramos queso para fundir
Sal
Pimienta
Aceite de oliva

Para la bechamel:
250 ml. leche
250 ml. caldo de pescado
30 gramos mantequilla
30 gramos harina
Nuez Moscada
Sal


PREPARACIÓN:

  • Hidratar las placas de lasaña según indique el fabricante.
  • Para preparar la bechamel, calentar la leche y el caldo de pescado en un cazo (debe estar caliente cuando la incorporemos al roux para evitar los posibles grumos).
  • En otro cazo y a fuego lento añadir la mantequilla, con cuidado de que no se queme. Incorporar la harina tamizada y dejar que se tueste un poco. Remover bien hasta que se vaya desprendiendo de las paredes. A continuación, añadir el caldo CALIENTE y apartar el cazo del fuego. Al volcar la leche caliente sobre el roux, la mantequilla se calienta y se funde, permitiendo que la harina se vaya disolviendo y consiguiendo una salsa sin grumos. Remover sin parar hasta que desparezcan los grumos (no te asustes si hay un montón de grumos y la leche está suelta, poco a poco la salsa irá ligándose). Cuanto notemos que en la superficie de la bechamel se forman burbujas que se elevan suavemente, podemos dejar de remover. Dejar cocinar a fuego bajo durante unos 15’. Salpimentar y añadir un pellizco de nuez moscada.
  • Mientras, pelar las gambas y trocearlas. Reservar las cabezas sin las barbas.
  • Cortar los lomos de salmón en cubitos pequeños y salpimentarlos.
  • Lavar, pelar y picar el puerro y los ajos.
  • En un sartén a fuego medio, añadir un chorrito de aceite de oliva e incorporar las cabezas de las gambas. Sofreír durante unos minutos hasta que cambien de color. En ese momento retirarlas de la sartén y desecharlas. Bajando un poco el fuego, añadir los ajos y el puerro y dejar pochar unos minutos. Incorporar los trozos de salmón y las gambas y marcar durante un par de minutos.
  • A continuación, añadir a la sartén la mitad de la bechamel (el resto se utilizará una vez montada la lasaña) y mezclar bien con el resto de ingredientes. Dejar cocinar de 2-3’ más aproximadamente.
  • Precalentar el horno a 200 grados en modo grill.
  • Para montar la lasaña, cubrir una fuente engrasada con una primera capa de placas de pasta, a continuación una de farsa de pescado, otra capa de placas de pasta y una segunda de farsa de pescado. Por último, una capa de placas de pasta. Sobre ella, añadir el resto de la bechamel y espolvorear con el queso para fundir.
  • Introducir la fuente en el horno y gratinar hasta que esté dorada la superficie.
  • Servir caliente.

¡Salud! Que la disfrutéis...

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13 comentarios:

  1. Uffff qué marrón. Te entiendo perfectamente. No es por asustar pero mi amiga perdió todo un blog en la red y nunca más supo de él. Ten cuidado! Paz

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  2. Pues yo no me enteré de nada! Pero es verdad que la informática es lo que tiene. Qué buena idea esa lasaña con salmón y gambas. Tiene una pinta! Lucía

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  3. Sí, recetas navideñas es lo que interesa ahora. Una nunca sabe qué poner estas fechas y comer lo mismo de siempre es un rollo. Pintaza. Carla

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  4. Bueno, esas cosas pasan de vez en cuando. Pero todo tiene solución, no?? Qué lasaña más espectacular. Voy a probarla en breve. Eva

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  5. De nada, Patricia! Tu blog se ha convertido en uno de mis imprescindibles. Buena receta la de hoy. Perfecta para un día especial. Lola

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  6. Oye y con salmón ahumado?? Puede quedar muy bien no?? Raquel

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    1. Raquel, no habría ningún inconveniente en hacer la receta con salmón ahumado. De hecho, creo que podría quedar una estupenda lasaña. Quizás, utilizando salmón fresco, la lasaña quede más suave (ya sabes que el ahumado tiene un sabor más intenso).

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  7. Jajaja! Lo que no te pase a ti!!! Estupenda receta. Habrá que probarla.

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  8. Menuda pinta tiene la lasaña. No lo dudes. Esta receta te la copio seguro. Ana L.

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  9. En mi casa adoran la lasaña. Yo la hago de pollo, de carne, de verduras, pero nunca la he probado con salmón. Cae seguro! Ana

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  10. Muchas gracias por vuestros comentarios!! Y por vuestra compresión. Con esto de la informática uno nunca sabe qué puede ocurrir. Pero no pasa nada... El Especiero De Patricia seguirá dando guerra. Saludos a tod@s!!

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