viernes, 13 de mayo de 2016

PATATAS A LA RIOJANA


COMIDA FÁCIL. El otro día, hablando con un amigo soltero, me comentaba que lo de escribir El Especiero de Patricia está muy bien. Que le gusta lo que escribo y suele leerme a menudo pero que le tengo un poquito decepcionado porque según él, casi siempre centro mis recetas en las familias y en los niños. “¿Qué hay de nosotros entonces?” Me preguntó, pelín mosqueado. Pues oye, mira, no lo había pensado. Si existe algún/a otr@ solter@ indignado que lo diga (faltaría más), pero ya os digo que de ninguna manera ha sido mi intención desatender a los que suelen cocinar para uno mismo. La verdad es que la reprimenda me pilló por sorpresa y lógicamente, mi primera reacción ante la idea de perder a uno de mis lectores fue pedir disculpas, pero después, analizando si verdaderamente el fallo era mío, me di cuenta de que el error en el que había caído mi amigo era de concepto, más que de otra cosa.  


Es verdad que cada vez hay más personas que por voluntad propia deciden vivir solas y aunque hay que reconocer que, bajo mi punto de vista, es más divertido cocinar cuando tienes más comensales en casa, cocinar para uno mismo no tiene por qué resultar un coñazo si uno se organiza bien. En mi defensa diré que, en general, las recetas que se publican en El Especiero suelen tener muy poca complicación y además, intento que suelan prepararse con ingredientes sencillos y fáciles de encontrar, así que exceptuando las recetas de repostería, donde la medición de los ingredientes debe ser exacta, en el resto (que suelen venir medidas para cuatro comensales), pueden hacerse todas las proporciones de cantidades de ingredientes necesarias dependiendo del número de personas para las que se va a cocinar, de forma que cualquier receta puede prepararse para dos (y congelar lo que sobre para otra ocasión) e incluso, directamente, para una sola persona. La típica frase de “cocinar para uno no merece la pena” ya no cuela, así que si te gusta comer de una forma saludable, invertir un rato de tu tiempo en preparar una estupendo guiso puede llegar a resultar un placer, siempre que uno se organice y no desperdicie comida. ¡No hay excusa! Si eres soltero, casado, divorciado o arrenjutado puedes ponerte el delantal para cocinar para uno, exactamente igual que si fueras a cocinar para cuatro.


Y cambiando de tema. Hoy tengo en mente cocinar unas patatas a la riojana o más comúnmente llamadas “patatas o papas con chorizo”, plato originario y muy típico en la zona de La Rioja y Álava, aunque su consumo se haya extendido a casi todas las regiones de España. Este plato es muy básico y muy sencillo porque como base solo incluye tres ingredientes en su elaboración: patatas, chorizo y pimentón.

El consumo de patatas en caldos en nuestro país se inició durante la invasión de Napoleón, en el siglo XIX. Al parecer, en la población de Aldeanueva de Ebro, lugar de nacimiento del conquistador Pedro Cieza de León, las patatas se empleaban para alimentar a los jornaleros y allí, durante las labores de trilla, se mezclaban las patatas de la era con el chorizo riojano conservado en las famosas orzas (chorizo de la olla).


Sin lugar a dudas, si hay un ingrediente que utilizamos mucho en la cocina española, sobre todo en los guisos, es el chorizo. Chorizo y pimentón tienen mucho que ver, así que como en esta receta están presentes los dos, vamos a profundizar un poquito más en el tema. 

El chorizo es un embutido curado bien al aire o bien ahumado, elaborado principalmente a base de carne de cerdo picada y adobada con especias, siendo el pimentón el más importante y el que los diferencia de otro tipo de chorizos. El pimentón es el causante de su distintivo color rojo y de su sabor, ligeramente picante. La piel del chorizo suele ser intestino delgado de cerdo. Para que en España un embutido sea denominado chorizo, debe contener necesariamente pimentón y ajo, que es lo que lo diferencia del chorizo de otros países. Son muy conocidos los chorizos riojanos, el de Pamplona (caracterizado por usar carne muy finamente picada), los de Salamanca y Ávila (chorizo cular), el de Segovia (cantimpalo), los de Cantabria (potes), los de León y Asturias y también la famosa chistorra de Navarra.

Se cree que el pimentón apareció en la cocina española en la Comarca de la Vera recién llegado de América. Quevedo habla de negros chorizos en 1624, lo que relega hasta finales del siglo XVII la época en la que el chorizo se pone rojo.

Matanza de chorizo

Las papas a la riojana, como la mayoría de recetas tradicionales, ha ido mejorándose con el paso de los años y a la base de patatas, chorizo y pimentón se han añadido otros ingredientes como la cebolla, el ajo, los pimientos choriceros y el laurel.

Esta receta se elabora con caldo de carne. Esta vez voy a utilizar caldo de carne envasado. Si no disponéis de él, podéis utilizar la misma cantidad de agua y añadir un pastilla de caldo de carne o de pollo. Un dato curioso en esta receta es que las patatas deben chascarse o cascarse antes de añadirse al guiso para que suelten toda la fécula y así engorden de esta forma la salsa, pues si hay algo importante en esta receta es que el caldo debe quedar cremoso y las patatas deben estar a punto de deshacerse, sin llegar a romperse.

INGREDIENTES (4 personas):
1 patata mediana por persona
2 chorizos riojanos curados
1 cebolla
2 pimientos choriceros
3 dientes ajo
2 hojas laurel
1 cayena
1 litro caldo carne (si no, agua y una pastilla de caldo de carne)
Sal
Aceite de oliva
1 cucharadita pimentón dulce


PREPARACIÓN:
  • Sumergir los pimientos choriceros en agua caliente para que se hidraten y así podamos extraer la pulpa.
  • Pelar y picar la cebolla y los ajos.
  • Lavar y pelar las patatas. A continuación, chascarlas en trozos medianos (metiendo el cuchillo en la patata y antes de cortar el trozo, rompiendo la patata, para que suelte la fécula o almidón que ayudará a engordar la salsa).
  • Cortar los chorizos en tacos gruesos, sin pelar.
  • En una cazuela grande y a fuego medio, añadir un chorrito de aceite de oliva (no echar demasiado pues el chorizo le aportará la grasa necesaria) y sofreír los ajos y la cebolla. Cuando la verdura esté blandita, subir un poco el fuego, añadir la cayena y los trozos de chorizo. Rehogar durante unos minutos.
  • Apartar la cazuela del fuego y añadir el pimentón, removiendo bien para que no se queme.
  • Volver a poner la cazuela en el fuego. Añadir las patatas al guiso, removiendo bien para que se integren todos los ingredientes y a continuación, cubrir con el caldo de carne.
  • Subir el fuego hasta que líquido comience a hervir. En ese momento, bajar a fuego mínimo, añadir la pulpa de los pimientos choriceros, remover todo bien y dejar cocinar tapando la cazuela por espacio de unos 30’, hasta que las patatas estén hechas, removiendo de vez en cuando con ayuda de las asas de la cazuela, para que el caldo vaya espesando.
  • Si durante el tiempo de cocción las patatas se quedaran sin líquido, añadir más caldo o agua, siempre fría.
  • Transcurrido el tiempo de cocción, dejar reposar el guiso 10’ aproximadamente y rectificar de sal si fuera necesario.
  • Si el caldo está todavía muy líquido, sacar y aplastar alguna patata y devolver de nuevo al guiso.
  • Servir muy caliente.

¡Salud! Que las disfrutéis...

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6 comentarios:

  1. Da igual cocinar xa uno que xa 4. La cuestión son las ganas que tenga uno de meterse en la cocina. Me gustan los guisos en los que se puede mojar pan y este lo es. Eva

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  2. Cocinar para uno tiene la ventaja de que puedes cocinar todos los guisos que quieras y congelar lo que te sobre para otro momento. No hay excusa. El que no cocina es xq no quiere! Laura L.

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  3. En mi pueblo se le añaden tb costillas de cerdo y quedan muy buenas. Lola

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  4. Me encantan este tipo de guisos. Calentitos es una auténtica delicia. Raquel

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  5. Qué pinton!!! Desde luego, merece la pena intentarlo. Miriam

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  6. El chorizo es una de las mejores carnes que tenemos en España. Me encanta esta receta. Maite

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