martes, 19 de abril de 2016

TAGLIATELLE CON CREMA DE SALMÓN


VARIEDAD ¡Porque no siempre vamos a comer la pasta con carne! Tengo que confesar que me encanta el salmón ahumado pero no me va demasiado el salmón fresco. Es uno de esos pescados que no sé si será por el olor intenso que deja en la cocina cuando lo cocinamos o por su textura, bajo mi opinión, un tanto grasa, la cuestión es que si puedo elegir, siempre me escaqueo a la hora de comer salmón fresco. Debo ser muy rara, porque es curioso que a la gran mayoría de mis encuestad@s les encanta este pescado, que además de sano permite cocinarse de mil y una formas diferentes. Sin embargo y como pasa más de una vez en la vida, a veces no queda otra y uno tiene que comerse sus propias palabras con papas. Y me explico.

Hace unos meses estuve comiendo con una amiga en un restaurante italiano en el centro de Madrid y mientras echaba un ojo a la carta, ella se decidió por una pasta con crema de salmón. Me hizo gracia, porque entre todos los platos que había en la carta (y el menú era extenso) se decidió justo por el que yo nunca hubiera pedido. Ya de antemano sabía que no iba a dar su brazo a torcer (que mala es la confianza), pero por si colaba le dije: “Anda, elige cualquier otra cosa, que no vamos a poder compartirlo entonces”. “¿Pero tú no tienes un blog de cocina?” Me respondió entre risas. ¿Tendrás que probar de todo entonces, no? Lo siento, me lo pido y si quieres lo pruebas”


Mientras charlábamos de todo un poco nos fueron trayendo los entrantes y un rato después nos sirvieron los segundos. Yo había pedido unos ravioli con trufa y queso parmesano y a ella le trajeron sus tagliatelle acompañados de una suave crema con trozos de salmón. ¡Tengo que reconocerlo! Su plato de pasta tenía un pinta estupenda. Y tras probarla (he de decir que con cierta desconfianza) pude comprobar que además estaba buenísima. Ni olores raros, ni texturas grasas. Aquella suave salsa de nata con trozos de salmón fue para mí todo un descubrimiento. Debo decir que más que compartir, al final nos intercambiamos el plato, porque después de llevarme a la boca la segunda cucharada, mi amiga me miró fijamente y solo me dijo: “!Manda huevos!”, mientras me pasaba directamente el plato. Eso digo yo. ¡Manda huevos, qué rico! Así que para que no se diga, hoy voy a cocinar mi propia versión de tagliatelle con crema de salmón.

El salmón es un pez marino de agua dulce perteneciente a la familia de los salmónidos, distribuidos por los océanos y mares de casi todo el mundo excepto el Océano Pacífico. Su nombre procede del latín “salmo”, que es como llamaban en la Antigua Roma a estos peces. En cuanto a su genética, son parientes cercanos de los salmones y truchas del Pacífico y tienen una anatomía similar, aunque el análisis de su ADN mitocondrial ha mostrado diferencias entre ambos géneros. Los salmones nacen en aguas dulces, migran al océano y vuelven al agua dulce para procrear. Se les atribuye la capacidad de volver al mismo sitio donde nacieron para reproducirse, demostrando estudios recientes que al menos un 90% de los salmones que remontan una corriente nacieron en ella. Lo curioso es que todavía no se sabe a ciencia cierta cómo se orientan, pero puede que sea su fino sentido del olfato el que reconozca la química de su río natal.

Salmones remontando el río

Investigando acerca del salmón, he descubierto que se trata de un superalimento, un pescado azul con múltiples propiedades nutricionales:
  1. Contiene ácidos grasos omega-3, que contribuye a disminuir los niveles de colesterol, combate la presión arterial alta, aumenta la circulación de la sangre para que no se formen coágulos y resulta excelente para la salud del cerebro y la memoria.
  2. Aporta 11 gramos de grasas óptimas para el organismo por cada 100 gramos de carne.
  3. Es una excelente fuente de proteínas y minerales como yodo, magnesio, fósforo, selenio, hierro y calcio, que mantienen en buen estado el funcionamiento de la tiroides y del intestino.
  4. En cuanto a vitaminas, su elevada cantidad de vitamina D interviene en la formación de la estructura ósea y por tanto, en huesos más fuertes. Su aporte de vitamina A contribuye a la reparación de los tejidos musculares, de la piel y a combatir infecciones y además, promueve la absorción de las vitaminas C y E, contribuyendo a la regeneración celular de piel, de los músculos y el cabello.
  5. Sus propiedades antiinflamatorias combaten la aceleración en el proceso de envejecimiento de la piel causado por otros alimentos altos en azúcar y carbohidratos.
  6. El ácido alfa-linolénico, presente en el omega-3, disminuye la sequedad y la flacidez, recuperando así la suavidad de la piel.
  7. El salmón puede disminuir los efectos de los rayos solares en la piel.

Una recomendación antes de empezar. Para elaborar la salsa cremosa de esta receta podéis utilizar nata de cocinar o leche evaporada. Si buscáis un plato ligero y nutritivo, la leche evaporada puede convertirse en el sustitutivo perfecto. Pero, ¿sabemos las diferencias existentes entre la nata y la leche evaporada? La leche evaporada es la leche a la que se le ha retirado una parte importante de su agua de composición (alrededor del 60%), por lo tanto, se trata de leche deshidratada parcialmente. La leche evaporada tendrá los mismos nutrientes que podemos encontrar en cualquier tipo de leche entera, semidesnatada o desnatada (como calcio, potasio, magnesio, fósforo y vitaminas del grupo A y B). La proporción de grasa en la nata es sustancialmente superior a la de la leche y esto no cambia a causa de la deshidratación. La leche evaporada presenta a igualdad de volumen, mayores concentraciones de grasas y vitaminas liposolubles que la leche no deshidratada. Sin embargo, el porcentaje graso de la nata será siempre superior (unos 20 gramos por cada 100 ml.) mientras que en la leche evaporada difícilmente superará, en el mismo volumen, los 9-10 gramos.

Esta receta no puede ser más sencilla y rápida de preparar así que, ¡vamos con la receta!


INGREDIENTES (4 personas):
400 gramos pasta tagliatelle al huevo
3 rodajas de salmón fresco (de unos 2 cms. ancho)
250 ml. nata cocinar o leche evaporada
2 dientes ajo
1 limón
Sal
Pimienta
Perejil fresco
Aceite de oliva


PREPARACIÓN:
  • Limpiar las rodajas de salmón con agua fría. Secarlas muy bien con papel secante de cocina, retirarles la piel con ayuda de un cuchillo y cortar los filetes en dados. Salpimentar y reservar.
  • Pelar y picar los dientes de ajo.
  • Para preparar la salsa de salmón, en una sartén a fuego medio, añadir un chorrito de aceite y saltear los ajos hasta que estén doraditos. A continuación, añadir los dados de salmón y sellarlos por todas las caras (no debemos dejar que se frían demasiado porque van a terminar de hacerse en la salsa de nata, así que con un par de minutos bastará).
  • Añadir a continuación la nata líquida o la leche evaporada, bajando el fuego al mínimo y dejando cocinar unos 3’ más para que la salsa espese un poco. Rectificar de sal y pimienta si fuera necesario. Una vez lista, retirar la sartén del fuego y reservar la salsa tapada, para que no se enfríe.
  • Para preparar la pasta, en una cazuela grande, calentar agua suficiente y añadir una hoja de laurel. Cuando comience a hervir, a fuego medio, incorporar la pasta y dejar cocer el tiempo que indique el fabricante. Una vez esté al dente, refrescar la pasta en agua fría para cortar la cocción.
  • Poner de nuevo la sartén con la salsa de salmón en el fuego, añadir los tagliatelle y remover con ayuda de una cuchara de madera para integrar bien todos los sabores.
  • Servir caliente, exprimiendo un poco de limón sobre la pasta. Adornar el plato con perejil picado.

¡Salud! Que la disfrutéis...
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6 comentarios:

  1. Me encanta el salmón. Me parece el pescado perfecto xq es muy jugoso y va bien con todo. Lourdes

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  2. Pasión es lo que siento yo x el salmón. No hay semana que no compre unos buenos filetes. Esta receta con pasta es una pasada. Esta semana mismo la prueba. Eva

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  3. Pintón que tiene esta receta. Paula

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  4. Estupenda receta. La salsa, con leche evaporada mucho mejor. No me la pierdo! Nati

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  5. Las cremas para pasta con nata están buenisimas y hacen que un plato quede realmente cremoso. Creo que con no excederse añadiendo demasiada nata, se puede comer de vez en cuando. Alba

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  6. Cómo me gusta la receta de hoy. Algunas calorías de más pero muy saludable. Raquel

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