PRODUCTOS DE TEMPORADA. Se terminó la Semana Santa, finalizaron las
vacaciones y vuelta de nuevo a la normalidad. Cómo pasa el tiempo, ¿verdad? No
sé si os acordáis, pero hace nada estábamos hablando de los menús de Navidad y
como esto siga así, en breve nos pondremos con los gazpachos y las ensaladas… ¡Tranqui! No nos adelantemos. Todo a su tiempo. Estamos en primavera y con el cambio de
estación se modifican los alimentos de temporada que se recomienda consumir para
aprovechar su máximo potencial nutritivo, su sabor, color y aroma, además
de ofrecerse a un estupendo precio.
No sé si os pasa, pero yo no
entiendo a la gente que compra sandías en enero, naranjas en junio y
melocotones en marzo, a sabiendas de que son carísimas y de que no saben a
nada. ¿Por qué lo hacen? Creo que la respuesta es muy sencilla. Por pura
ignorancia. ¿Qué ha sido de ir al mercado o a las galerías
de alimentación para hacer la compra? ¿Ya nadie tiene un carnicero, un frutero o
un pescadero de confianza que nos asesore acerca de los alimentos que
deben consumirse en cada estación?
Me da que ante la
falta de tiempo y de ganas, nos estamos acostumbrado a hacer la compra o bien por Internet, en esas páginas on-line que puedes encontrar desde
un cepillo de dientes hasta una cabeza de ajos y que incluso tiene una opción
que te permite guardar tus compras anteriores para que a la hora de hacer la
siguiente te sirva como base o en un gran supermercado, en el que venden
absolutamente de todo en cualquier época del año, que como os comentaba al
principio, ofrecen por ejemplo fresas y melón en cualquier estación, con un
aspecto tan estupendo que te entran por los ojos casi sin pensarlo, pero que cuando llegas a casa y las pones en tu mesa, te acuerdas del padre y de
la madre del dueño del súper porque esas frutas no se las pondrías ni
a tu peor enemigo. Reconozcámoslo. Con las prisas y
la falta de tiempo solemos hacer la compra a tiro hecho y al final, incluimos
en la cesta de la compra los mismos productos y alimentos a los que estamos
habituados. ¿No os aburrís de comer siempre lo mismo? Ya sé que el trabajo, los hijos, las extraescolares y
la casa ocupan más tiempo del que realmente tenéis. Lo entiendo. Pero me da rabia pensar que la mayoría tenemos tiempo de ir al gimnasio
y cuidar nuestro cuerpo por fuera y muchas veces olvidamos cuidarnos por dentro, que
si me lo permitís, es casi o más importante que lo anterior.
Debemos ser conscientes de que los productos de temporada
tienen siempre mejor calidad por estar recién recolectados y lo mejor, se
venden a un precio más económico, ya que la producción en ese momento es mucho
mayor. Comprar productos fuera de temporada es sinónimo de invernadero y de
transporte en cámara frigorífica, que se traduce en la inclusión de un montón
de conservantes en esos alimentos, perjudiciales para la salud, así qué, ¡animaos y consumid productos de temporada! Vuestra dieta y vuestro bolsillo lo agradecerán.
Hoy vamos a centrarnos en la
alcachofa, una hortaliza cuya temporada se divide en dos estaciones, dependiendo del territorio donde se cultiven. La primera es en otoño (a partir de octubre hasta diciembre) y la segunda en primavera (de marzo a junio), épocas en las que son ideales porque cuentan con un buen tamaño, un cogollo grande, tienen bastante carne y un sabor delicioso que no resulta amargo al gusto. Fuera de temporada no es recomendable su consumo pues suelen ser poco carnosas, amargas y con un precio muy elevado. Alcachofa es el nombre que se da a la flor todavía no madura de la alcachofera. Proceden del Mediterráneo occidental, aunque actualmente se cultivan en numerosos países templados en todo el mundo. Esta planta puede ser originaria de Egipto o del norte de África. Al parecer, a la alcachofa se le otorgaban
poderes afrodisíacos y toma su nombre (Cynara) de una muchacha seducida por
Zeus y después transformada por éste en alcachofera.
La alcachofa tiene muchos beneficios importantes para nuestro organismo:
La alcachofa tiene muchos beneficios importantes para nuestro organismo:
- Sus maravillosas propiedades digestivas la convierten en una hortaliza ideal para tratar enfermedades como el ácido úrico, el reuma y los problemas de cálculos en la vesícula biliar.
- Reduce los triglicéridos en sangre y por lo tanto, el colesterol.
- Ayuda a combatir el estreñimiento y la diarrea.
- Alivia la acidez de estómago eliminando también dolores, distensiones y molestias.
- Son las alidadas perfectas para mejorar los problemas de arteriosclerosis y la tensión alta.
- Sus principios para cuidar nuestro estómago, permite que sea perfecta para eliminar el flujo de la bilis.
- Se utiliza en dietas de adelgazamiento, porque gracias a sus fibras vegetales es más que perfecta para controlar el apetito al absorber el agua del estómago, dándonos así una sensación de saciedad.
- Aporta numerosas vitaminas y minerales: magnesio, potasio, sodio, hierro, vitaminas A y B…
- Dispone de cualidades diuréticas, eliminando la retención de líquidos, toxinas, etc. Es ideal en personas con problemas de gota, artritis, enfermedades hepáticas, problemas circulatorios y para reducir grasas en caso de obesidad.
- Gracias a los flavonoides, son muy adecuados para prevenir y mejorar algunos tipos de cáncer.
Cómo se limpia una alcachofa |
El mes de marzo es tiempo de alcachofas, habas y guisantes. Debemos poner especial atención al comprarla, pues la alcachofa debe ser pesada y firme, con hojas que se
rompan a la presión, sin rastros negros y muy apretadas. Se conservan frescas
sumergiendo su tallo en agua, como una flor. Para evitar la rápida oxidación
que se produce en la alcachofa cuando se manipula y no ennegrezca, se suele
rociar con limón o vinagre y se sumerge en agua con abundante perejil. Es muy
recomendable limpiarlas con guantes de látex para evitar que las manos se
ennegrezcan. Las alcachofas son un producto que merma bastante, es decir, suele
desecharse alrededor del 50% de su peso pues solo se utilizan las partes más blandas, que son el corazón y las
hojas próximas a éste.
INGREDIENTES (4 personas):
12 alcachofas (3 por persona)
12 lonchas finitas de jamón ibérico o serrano
1 limón
75 gramos queso parmesano rallado
1 litro leche
40 gramos mantequilla
40 gramos harina
Sal
Pimienta
Nuez moscada
- Para limpiar las alcachofas, usa unos guantes de látex para evitar que se tiñan los dedos de negro. Preparar un cuenco grande donde quepan todas las alcachofas una vez peladas, llenar de agua, exprimir el zumo de un limón encima y añadir las dos mitades también para evitar que las alcachofas se oxiden y se pongan oscuras. A continuación, arrancar las primeras hojas exteriores de cada alcachofa con las manos hasta que aparezcan las hojas más tiernas (que son menos verdes). Después, con un cuchillo pelar los rabitos de las alcachofas y repasar la base de la misma, quitando las zonas duras entre el rabito y las hojas. Por último, cortar la parte superior de las hojas de un solo corte. Habrá que quitar entre un tercio y la mitad, dependiendo de lo verde que estén las puntas de las hojas. Ir metiendo cada alcachofa limpia en el agua con limón, para evitar que se oxiden.
- Para cocer las alcachofas, en una cazuela con agua hirviendo, sal y unas ramas de perejil, cocer a fuego medio durante 15' aproximadamente, hasta que estén tiernas. Una vez listas, escurrirlas y reservarlas.
- Preparar una bechamel ligera. Para ello, calentar la leche en un cazo y mientras, en una sartén a fuego medio/bajo, derretir la mantequilla y añadir la harina, tostándola durante unos minutos. Después, añadir la leche caliente y comenzar a remover con ayuda de unas varillas hasta que la bechamel vaya espesando.
- Precalentar el horno a 200 grados (modo gratinador).
- Rodear cada alcachofa con un fina loncha de jamón ibérico o serrano y colocarlas ordenadamente en una fuente refractaria.
- Añadir a la fuente la bechamel y espolvorear con queso parmesano rallado por encima.
- Introducir en el horno y gratinar hasta que la parte superior esté doradita.
- Servir caliente.
¡Salud! Que las disfrutéis...
La alcachofa es una de mis verduras preferidas. Fritas, guisadas y gratinadas son mis favoritas. Tienen una pinta genial. Lourdes
ResponderEliminarTienen un aspecto increíble. Mar
ResponderEliminarLo malo de las alcachofas es limpiarlas. Si son de buena calidad, las de conservas son muy ricas. Almudena
ResponderEliminarA veces me parece que tanto jaleo para pelarlasy limpiarlas es demasiado, pero cuando pruebas el resultado, merece la pena volver a intentarlo. Excelente receta! Paula
ResponderEliminarQué bueno!!! Raquel
ResponderEliminarNo soy muy de alcachofas pero tengo que decir que esta receta tiene una pinta impresionante. Laura L.
ResponderEliminarEsas alcahofas con bechamel prometen. Tienen que estar buenísimas. Patricia
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios. Cocinar las verduras de forma diferente y con ingredientes que gustan a la mayoría ayuda a que se consuman de manera más fácil y divertida.
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