ÚLTIMO POST DEL AÑO. Pues sí. 2015 se acaba. Y cuando se publique el siguiente post ya estaremos en enero de 2016. Si algo predomina en estos últimos días del año es la necesidad que tenemos todos de hacer balance del año. Balance no solo a nivel personal sino también laboral y por supuesto, como sujeto que vive en sociedad. Balance acerca de los objetivos que hemos logrado, de aquellos que nos propusimos al comienzo del año y que no hemos conseguido llevar a cabo, pero sobre todo, de los que aún nos quedan por cumplir. Personalmente, 2015 ha sido un buen año en general, aunque triste en particular. Es cierto que los míos están bien de salud (eso es lo más importante). Que tal como anda el país, hemos conseguido mantener el trabajo y eso es, en los días que corren es todo un logro. Por otro lado, estoy muy contenta porque algunos proyectos importante que se han ido cocinando durante el año puede que vean la luz a lo largo de 2016. Pero desafortunadamente, no todo ha sido bueno. Jorge, el padre de Santi y mi tía Amor, dos personas a las que queremos mucho, se han marchado de nuestro lado a lo largo de estos meses y eso hace que, aunque los tengamos presentes habitualmente, éstos días de Navidad les echemos en falta de manera mucho más especial.
2015 ha sido un año duro en el
mundo. Los numerosos atentados terroristas en distintas partes del mundo, las
guerras contra el Estado Islámico, el grave problema de los refugiados sirios,
la propagación mundial de la enfermedad del ébola, el terremoto de Nepal, el
cambio climático y el calentamiento global de la tierra, el racismo y la
desigualdad en Estados Unidos. En nuestro país además, el grave problema del paro,
la pobreza infantil, la corrupción política, el maltrato de género… No es por
nada, pero da la sensación de que algo no estamos haciendo bien y desde luego,
no pretendo sonar alarmista ni mucho menos ser negativa, pero la cosa está fea,
lo miremos por donde lo miremos. Ojala este nuevo año nos traiga un poco de luz
y nos ayude a reflexionar, a actuar con mejor juicio y de una vez por todas
comencemos a cambiar nuestra actitud ante el mundo y e intentemos resolver de una manera coherente los problemas que nos
afectan a todos los que habitamos en él. Eso al menos es lo que deseo yo para el 2016.
Y cambiando de tercio, como
todavía quedan algunas celebraciones navideñas (Fin de Año, Año Nuevo y Reyes)
se me ocurre otro plato ideal para estas fechas: vieiras gratinadas, molusco bivaldo emparentado con las
almejas y las ostras. A las vieiras se las suele denominar por su nombre gallego “vieira”, aunque en castellano se llaman
“veneras”. Simbolizan la
vulva femenina y la palabra vieira proviene de Venus, la Diosa del Amor, que significa
“renacer de una persona”. Viven en aguas profundas de la mayor parte de
los mares, sobre bancos de arena limpia y firme cerca de la costa, hasta 100
metros de profundidad. Son hermafroditas y maduran primero las gónadas
masculinas. Poseen conchas con surcos, en los cuales se puede apreciar el registro
del crecimiento del animal. Sus valvas (o conchas) se abren y se cierran
gracias al músculo abductor. Son organismos nadadores que generalmente reposan
sobre su valva inferior.
La vieira es también símbolo del
Camino de Santiago y uno de los distintivos más importantes que identifican a
un peregrino, además del sombrero de ala ancha, la capa con esclavina, la
calabaza para almacenar agua y el morral. La concha de la vieira pasó a
llamarse Concha de Santiago porque
cuando los peregrinos llegaban a la ciudad de Santiago de Compostela se les
entregaba un pergamino que les confirmaba como tales y se les colocaba
sobre el sombrero la concha de la vieira demostrando así su estancia en la
ciudad, de modo que de regreso a sus pueblos de origen no quedara duda de su
logro personal.
Las vieiras son un producto muy
utilizado en la cocina gallega. Además de las vieiras gratinadas, algunos platos que incluyen estos moluscos son las típicas empanada y el arroz con
vieiras. La receta que hoy nos ocupa es muy sencilla de
elaborar. El resultado es un plato muy ligero, suave y con un sabor muy
marinero. ¡Vamos con ella!
INGREDIENTES (4 personas):
4 vieiras con concha
200 gramos jamón ibérico (en una loncha gruesa)
½ cebolla
1 puerro
1 cucharada salsa tomate casera
1 chorrito caldo pescado
1 nuez mantequilla
1 cucharadita pimentón dulce
1 chorrito vino blanco tipo Albariño, Ribeiro...
Pan rallado
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
- Precalentar el horno a 180 grados.
- Limpiar las vieiras bajo el grifo, separándolas de las conchas y quitándoles la arena que puedan tener. Lavar las conchas, que también utilizaremos.
- Lavar, pelar y picar muy pequeñito la cebolla y el puerro. Pochar ambas verduras en una sartén caliente a fuego medio, añadiendo una nuez de mantequilla y un chorrito de aceite de oliva.
- Picar en cubitos la loncha de jamón ibérico y añadirlo a la sartén cuando la verdura se ponga blandita.
- Seguir pochando un poco más y a continuación añadir la salsa de tomate, el chorrito de caldo de pescado y el vino blanco. Dejar cocinar a fuego lento hasta que el líquido vaya desapareciendo.
- Apartar la sartén del fuego. Incorporar a la verdura y al jamón una cucharadita de pimentón. Remover muy bien para que se integren todos los ingredientes.
- Colocar una vieira entera y cruda por cada concha y añadir encima unas cucharadas de picadillo de verduras y jamón en cada una.
- Por último, cubrir las vieiras con un poco de pan rallado e introducirlas en el horno durante 10-15’ máximo (las vieiras se cocinan enseguida). Sabremos que las vieiras gratinadas están en su punto cuando el pan rallado adquiera un ligero tono dorado.
- Servir calientes, acompañadas de un buen vino blanco.
¡Salud! Que las disfrutéis...
P.S.: Aunque todavía queden un par de días por delante, El Especiero de Patricia os desea un ¡Feliz Año Nuevo a todos! Que disfrutéis como se merece de la última noche de 2015 y que entréis con buen pie en 2016. Ojalá se cumplan todos vuestros deseos (o la mayor parte de ellos...).
Que ricas las vieiras. No suelo comerlas a menudo xq son caras, pero al horno quedan muy buenas. Lucía
ResponderEliminarMi madre las prepara con bechamel y estan muy ricas. Tengo que probarlas con jamón. Deben quedar muy buenas. Marta
ResponderEliminarMarta, me gusta tu opción de gratinar las vieiras con bechamel. Pásame la receta y así la compartimos!!
EliminarMuchas gracias por vuestros comentarios. La vieira no es un producto utilizado a diario, pero de vez en cuando está bien innovar y poner en la mesa productos sanos, diferentes y con sabores potentes. La vieira lo es. No dejéis de probarlas!!
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