LA PASTA NO CANSA. No conozco plato más socorrido que una buena ración de pasta. Y lo mejor, además de ser fácil de combinar y de cocinar es muy sana. Un lujo, vamos. La pasta ayuda a bajar el índice glucémico de una comida, un gran beneficio nutricional. Se ha demostrado que cuando la pasta se combina con otro tipo de alimentos como por ejemplo el queso, el aceite de oliva, las verduras, la carne o el atún, estos ingredientes añadidos rebajan este índice. Este sistema permite comparar la calidad de los distintos carbohidratos contenidos en alimentos individuales y proporciona un índice numérico basado en medidas de la glucemia después de su ingestión. Es importante saber cómo de rápido se absorben y digieren estos carbohidratos, muy importante en determinadas enfermedades como la diabetes.
Algunas ventajas importantes a la hora de consumir pasta son:
- Es un producto bajo en grasas y sin colesterol.
- Proporciona energía fácilmente aprovechable para el metabolismo oxidativo.
- Mantiene el nivel de glucemia (cantidad de azúcar en sangre) y favorece el correcto funcionamiento del sistema gastrointestinal.
- Los carbohidratos que aporta la pasta tienen gran importancia dietética ya que la calidad especial de su almidón produce un menor aumento de azúcar en sangre.
- Permite una digestión fácil y lenta, resultando un buen aporte energético para actividades que requieren esfuerzo físico o mental.
- Los carbohidratos de la pasta también intervienen en el metabolismo del colesterol y de los triglicéridos.
Si hay algo que caracteriza a la
pasta en general es su variedad en cuanto a tipos de salsas se refiere. Bolognesa, con carne; amatriciana, con cebolla y panceta; napolitana, con verduras; puttanesca, con anchoas, aceitunas y
alcaparras; arrabiata, con guindilla
y pimiento rojo; marinera, con
pescados y moluscos o carbonara, con
huevo, nata líquida y panceta son algunas de las más representativas de la
gastronomía italiana.
Hoy os traigo una de las más
famosas y tradicionales: la salsa pesto.
Cuando escuchamos "pesto" nos viene a la cabeza una salsa de tonalidad verde, que
se prepara con aceite de oliva, albahaca, piñones, ajo y queso parmesano. Sin
embargo, este término solo hace referencia al tipo de preparación de la salsa,
que en italiano significa “machacar”. Por lo tanto, salsa pesto proviene de la
palabra genovesa “pestare”, cuyo significado es “machacar en un mortero”. Cuenta
la historia que la salsa pesto nació en la ciudad de Génova, al noroeste de Italia, y surgió
como variante de la “agliata”, salsa que solían utilizar los pescadores para conservar los alimentos y cuyos ingredientes incluían aceite, tomate, ajo
y vinagre. La incorporación posterior de la albahaca provino del nordeste de
Italia, de la ciudad de Liguria, por la abundante existencia de esta aromática
planta. Debido al enorme tráfico de barcos que entraban y salían del puerto de
Génova, la receta se extendió rápidamente por todo el país y comenzaron a
aparecer variantes de salsa pesto con ingredientes regionales, como:
- Pesto traponés. Típico en Trapani (Sicilia), cuyos habitantes adaptaron la receta con aceite de oliva, ajo, tomates escaldados y pelados, almendras y albahaca.
- Pesto rojo. O siciliano. Compuesto de tomates secos y pimientos, queso pecorino, sal y aceite de oliva.
- Pesto pistú. Típico de la Provenza. Contiene aceite de oliva, ajo y albahaca.
Según la tradición, los ingredientes
del pesto genovés son:
- Hojas tiernas de albahaca y perejil. El mejor pesto se hace con albahaca de Pra’, un sector de Génova. Este pesto tiene actualmente una Denominación de Origen protegida por el “Consorcio dil Pesto”, que vela por la autenticidad de la receta.
- Aceite de oliva extra virgen ligur. Fabricado en Liguria. Producto muy delicado, de sabor no picante, que no molesta en la garganta.
- Piñones. Semillas de algunas especies de pinos. Los más famosos provienen de Pisa.
- Queso seco. Del tipo Parmesano o Grana Padano.
- Queso Pecorino. Del tipo “Fiore Sardo”.
- Ajo de Vessalico. Localidad de la zona de Imperia. El ajo se caracteriza por su sabor suave.
- Sal marina gruesa.
Comer pasta resulta muy nutritivo, siempre teniendo en cuenta con qué
tipos de alimentos la acompañemos. La salsa pesto es una opción muy saludable,
con un sabor muy mediterráneo, teniendo los ingredientes que la componen
importantes valores nutricionales. Los piñones son una estupenda fuente de
fibra y grasas saludables que junto a los ácidos grasos que aporta el aceite de
oliva benefician la salud cardiovascular. El queso parmesano y pecorino aportan
proteínas de gran calidad y la albahaca es una excelente fuente de vitaminas,
minerales y antioxidantes. De esta forma, con la salsa pesto estamos agregando
potasio, magnesio, fósforo, fibra, proteínas de calidad, grasas saludables y
antioxidantes a una buena ración de pasta, alimento muy rico en hidratos
complejos. Para mejorar y convertir este plato de penne con salsa pesto en uno
mucho más completo, vamos a añadirle trozos de pollo a la plancha, que aportarán
proteína magra, baja en grasas, fósforo, vitaminas A y B y verduras frescas,
que añadirán minerales (hierro, zinc, fósforo, potasio, calcio, magnesio),
vitaminas (A, B y C), fibra y numerosos antioxidantes.
Podemos preparar la salsa pesto de dos formas. A la antigua
usanza, es decir, machacando los ingredientes poco a poco en un mortero o incorporando todos los ingredientes en una picadora. No se tarda nada en hacerla
con ayuda del mortero pero a veces, si queremos preparar más cantidad de salsa
que la capacidad que contiene el mortero, es más útil utilizar la picadora. En
vuestras manos lo dejo.
INGREDIENTES (4 personas):
400 gramos penne
2 pechugas pollo enteras
1 calabacín
350 gramos champiñones
300 gramos espinacas
1 hoja de laurel
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
Para elaborar 250 ml. salsa
pesto:
150 ml. aceite de oliva
50 gramos queso parmesano rallado
50 gramos queso pecorino rallado
60 gramos piñones enteros
10 hojas de albahaca (40 gramos)
1 diente ajo
Sal gruesa marina (1 cucharita postre)
- En una olla grande y a fuego fuerte, verter suficiente agua para cocer la pasta. Añadir un poco de sal, una hoja de laurel, un chorrito de aceite de oliva y esperar hasta que hierva. Cuando esté lista, bajar el fuego, incorporar la pasta penne y cocer el tiempo que indique el fabricante. Una vez hecha, refrescar con agua fría para que se corte la cocción y reservar.
- En una sartén caliente y a fuego medio/alto, tostar los piñones. Reservar.
- Pelar el ajo, cortar por la mitad y quitar el germen del centro para que no repita.
- Lavar y cortar en rodajas los calabacines (sin quitarle la piel) y los champiñones.
- Cocer las espinacas en el microondas. Introducir las hojas de espinacas en un bol, refrescarlas con un poco de agua, tapar el bol con film transparente y dejar cocer un par de minutos. A continuación, ponerlas en un colador para escurrir el exceso de agua y después, picarlas.
- Para hacer la salsa pesto, en el mortero añadir el ajo, la sal gruesa, los piñones tostados, las hojas de albahaca lavadas y machacar. A continuación, echar el aceite de oliva y remover bien la mezcla. Incorporar los quesos rallados y continuar machacando. Por último, probar y rectificar de sal si fuera necesario.
- Cortar las pechugas de pollo en tiras y salpimentar. En una sartén caliente, a fuego medio/alto, saltear el pollo hasta que esté dorado.
- En otra sartén, a fuego medio, echar un chorrito de aceite y saltear el calabacín y los champiñones. No hacer demasiado para que queden crujientes.
- Incorporar a la sartén de las verduras el pollo, las espinacas, la pasta y regar por encima con la salsa pesto.
- Remover bien para que se integren todos los ingredientes y servir caliente.
Muryoherwe (¡Buen provecho! en kinyarwanda). Nos leemos el próximo viernes.
P.D.: Si os apetece escribir algún comentario o compartir esta receta en las redes sociales, podéis hacerlo un poquito más abajo. ¡Muchas gracias!
Nunca digo no a una buena receta de pasta. Rico y muy nutritivo. Plato principal perfecto. Inma
ResponderEliminarMe encanta el pesto! Suelo comprarlo hecho, así que me encanta que hayas puesto la receta xa hacerlo en casa. Rico, rico... Laura L.
ResponderEliminarUmmmmmm, que buena pinta. Me encantan las verduras y la pasta. Esta receta pienso probarla. Eva
ResponderEliminarLo bueno de hacer la salsa pesto en casa es que puedes darle el toque que a cada uno le gusta. Hay veces que la he pedido en restaurantes y la hacen super fuerte. A mi me gusta con un toque leve de albahaca. Mila
ResponderEliminarEn la salsa pesto es importante incluir un buen queso xq hay veces que no sabe a nada. Voy a probar tu receta. Isabel
ResponderEliminarComo me gusta la pasta! De cualquier forma. Genial el pesto. Lucía
ResponderEliminarQue rico!!!! Se puede sustituir el pollo x bacon e incluso x trozos de jamon york ypuede quedar buenísimo. Pilar
ResponderEliminarNo a todo el mundo le sale bien la salsa pesto. A mi me encanta. Habrá que intentar la tuya. Muy rica receta. Virginia
ResponderEliminarMás platos de pasta x favor! Me encantan este tipo de recetas. Paula
ResponderEliminarMi madre hace un pesto con almendras tostadas en vez de piñones que le sale bordado. Maite
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