ACIERTO SEGURO. Que bien quedamos cuando alguien viene a casa e incluimos en nuestra mesa un solomillo Wellington, unos volovanes rellenos de salmón y de postre unas tartaletas de manzana o unos bricks rellenos de plátano y chocolate, ¿verdad? El hojaldre, la pasta brisa y la masa filo están a la orden del día y nos permiten cocinar una gran variedad de platos socorridos, fáciles, sanos y sobre todo, muy vistosos. Además, actualmente y a no ser que seamos unos ases amasando, tenemos la suerte de disponer de una enorme variedad de masas precocinadas en el supermercado que nos hacen la vida mucho más fácil. Pero, ¿sabemos diferenciar entre este tipo de masas?, ¿las utilizamos adecuadamente? En este post os voy a enseñar cuáles son las características de cada una de ellas y cómo deben utilizarse.
El hojaldre es una masa crujiente traída a Europa por los árabes que se elabora con harina, grasa (mantequilla, manteca de cerdo o margarina), agua y sal. Es muy crujiente y su textura es uno de sus grandes atractivos. Para conseguir la textura final se prepara la masa con harina, agua y sal (amasijo), extendiéndose. Sobre ella se pone la grasa (empaste) y se dobla sobre sí misma varias veces. La repetición de esta operación hace que vayan quedando finas láminas separadas por la grasa empleada. Éstas retienen el vapor que se genera con el agua de la masa durante la cocción y dichas láminas se separan como las hojas de un libro. Se emplea en platos salados como el volován (relleno de muchos productos) y en postres y dulces como el milhojas, los cruasanes, las bayonesas o las palmeras.
Hojaldre de frutos rojos |
La masa quebrada o
pasta brisa es un tipo de masa dura empleada como bases de tartas y tartaletas
dulces y saladas. Ésta forma una costra consistente al ser calentada en el
horno y su nombre se debe a la textura quebradiza que muestra tras el horneado.
La denominación francesa “brisée” quiere decir quebrada, rota. Se trata de una
masa con alto contenido graso (por encima del 50%). Está compuesta
principalmente de harina y mantequilla, en una proporción de kilo de harina por
medio de mantequilla, aproximadamente. La mantequilla puede incorporarse a la
harina desmenuzándola con los dedos, con un mezclador de masa o con un
procesador de alimentos. Se debe trabajar y amasar lo menos posible para evitar
que se vuelva elástica. Se puede enriquecer con huevo y humedecerse con un poco
de agua para facilitar el amasado y obtener una masa más compacta. En caso
contrario, quedará arenosa y desmenuzada y se llamará "sablé". Se emplea como fondo de tartas, de quiches, en los
pies británicos y en elaboración de aperitivos salados como los
canapés.
La masa filo es una masa empleada en la gastronomía del Medio Oriente, Turquía y los Balcanes que se caracteriza porque se extiende en hojas muy delgadas, casi translúcidas. A menudo se usa en capas superpuestas que recuerdan al hojaldre, aunque su elaboración es muy distinta. Está hecha de harina de trigo, agua, un poco de aceite y algunas gotas de vinagre blanco. La preparación requiere tiempo y destreza. Las hojas de masa suelen ser redondas y muy grandes, se extienden y se manipulan con ayuda de un palo largo y fino, sobre una mesa redonda. La masa se espolvorea constantemente con harina entre capa y capa, para que no se desgarre. Tiene múltiples usos: frita después de ser doblada o enrollada sobre un relleno (bricks), cocida y mezclada con otros ingredientes o asada en una plancha.
Y hoy, para poner en práctica lo aprendido, os voy a hornear un quiché de espárragos y beicon, muy fácil de preparar y perfecto para cualquier ocasión. El espárrago triguero merece especial atención en esta receta, así que vamos a conocer un poco más de él.
El espárrago es la yema tierna de la esparraguera, un arbusto enmarañado que crece espontáneamente en muchas regiones del mundo, como el sur de Europa, norte de África y oeste de Asia. Pertenece a la familia de las liliáceas entre los que se encuentran también los ajos y las cebollas. Algunas de sus propiedades nutricionales más importantes son:
- Tiene propiedades rejuvenecedoras, gracias a la presencia del ácido fólico, que contribuye a la creación de células nuevas y también, junto con el hierro, en la producción de glóbulos rojos.
- Es muy rico en zinc, importante para la buena salud del cerebro, incrementando también la fertilidad. Para aprovechar estas propiedades sería conveniente comer este alimento crudo o cocido a baja temperatura, dado que el ácido fólico se pierde con la cocción.
- Es el vegetal más rico en zeaxantina, un flavonoide de color amarillo que se encuentra en gran concentración en la retina humana. Este componente filtra los rayos ultravioletas del sol, protegiendo la vista contra la degeneración macular (región central de la retina) y pérdida de la visión.
- Es una buena fuente de betacaroteno, constituyendo un potente depurativo.
- Es muy rico en potasio, un mineral con efecto diurético que ayuda a eliminar la retención de líquidos y toxinas del organismo, además de estar presente en otros procesos como la calcificación ósea, el buen funcionamiento del corazón, del sistema nerviosos o de la construcción de la masa muscular.
- 100 gramos de espárragos contienen sólo 23 calorías.
- Es muy rico en vitamina C y E, siendo una antioxidante fundamental.
¿Nos ponemos con ello?
1 lámina de masa quebrada o pasta brisa
150 gramos de beicon ahumado
200 gramos queso enmental rallado
1 manojo de espárragos trigueros
1 manojo de espárragos trigueros
1 puerro
200 ml. nata líquida
4 huevos
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
Nuez moscada
PREPARACIÓN:
- Precalentar el horno a 200ºc.
- Extender y forrar un molde de unos 20 centímetros de diámetro con la masa quebrada.
- Pinchar la masa con un tenedor, cubrir con papel de aluminio y poner encima unos garbanzos (o cualquier tipo de legumbre) para que no se formen burbujas en la masa mientras se cuece en el horno. Hornear unos 15’ (o lo que indique el fabricante).
- Sacar del horno, deshechar las legumbres, el papel aluminio y reservar. No apagar el horno.
- Mientras se cocina la masa, lavar y picar el puerro y rehogar en una sartén con un poquito de aceite (muy poco, para que al añadirlo al quiché no quede muy graso). Reservar.
- En otra sartén, saltear los espárragos con un poco de aceite y sal hasta que queden crujientes. No hacerlos demasiado porque van a seguir cocinándose en el horno. Reservar.
- Cortar el beicon en daditos y en esa misma sartén, freír sin añadir nada de aceite y sal. Reservar.
- En un bol, mezclar los huevos, el beicon frito, el queso rallado, el puerro y la nata líquida. Rectificar de sal si hace falta y echar un poquito de pimienta y nuez moscada.
- Verter la mezcla en el molde, colocar los espárragos fritos en torno al molde y volver a cocinar en el horno unos 20’ aproximadamente o hasta que la tarta esté dorada.
- Dejar templar y servir.
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Me encantan los espárragos, cocinados de cualquier manera. A la plancha, en ensalada, guisados. Siempre es un placer disfrutar de ellos y por lo que acabo de comprobar son muy sanos. Buena receta la de hoy. Perfecta xa cenar cualquier noche junto avuna ensalada. Carmen
ResponderEliminarPuede sustituirse la nata líquida por leche evaporada, no? Es por esto de las calorías. Que pinta! Alicia
ResponderEliminarPor supuesto, Alicia. Si quieres rebajar calorías al plato puedes añadir leche evaporada.
EliminarMe ha encantado el post de hoy. X fin he aprendido a diferenciar xa que sirven las masas precocinadas que venden en el super. Muy interesante. Lola
ResponderEliminarSoy un desastre! Por no saber yo siempre utilizo el hojaldre para todas mis recetas que llevan masa. Interesante la publicación de hoy y muy buena pinta el plato de hoy. Pilar
ResponderEliminarQué rico este quiché. Supongo que puede utilizarse cualquier tipo de queso. A mí me gusta más el mozarrella. Del resto de ingredientes no cambiaría nada. Tiene que estar muy bueno! Mónica
ResponderEliminarMónica, en el quiché vale cualquier queso que funda bien. El queso mozzarella quedará perfecto!
EliminarMe ha encantado la receta de hoy. Doradita y crujiente tiene que estar que te mueres. Buena idea añadir espárragos verdes. Mila
ResponderEliminarQue pinta tan espectacular tiene la receta de hoy. Esa combinación de espárragos y bacon queda guay. Tengo que ponerme con ello. Eva
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios. Me alegra saber que os ha venido bien la explicación de los tipos de masa que podemos usar en la cocina. Es bueno aprender acerca de los productos que utilizamos a menudo, para poder sacarles el mayor rendimiento posible.
ResponderEliminarAcabo de probar el quiché. Me ha encantado!! Volveré a repetir seguro. Lola
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