¿QUÉ CENAMOS HOY? Supongo que esta frase os suena, ¿verdad? ¿Qué comemos hoy? o ¿qué cenamos hoy? es la típica frase que nos hacemos la mayoría de las personas a diario, ya sea laboral, festivo o vacacional. Y aunque a veces la solución nos llega fácilmente y tenemos claro lo que vamos a cocinar porque hay algo que en ese momento nos apetece, otras veces (yo diría que la mayor parte de los días) nos quedamos en blanco intentando encontrar una solución y al final, si no llega, nos decantamos por uno de nuestros “platos comodín o de emergencia”, es decir, aquél que terminamos cocinando siempre que no sabemos qué cocinar.
Sin embargo, y sin ánimo de ofender a nadie, hay que reconocer que actualmente, el que no varíe su menú diario es porque no quiere. No tenemos
excusa. La cocina y la gastronomía en general se han puesto de moda y gracias a la existencia de Internet, de numerosas webs culinarias, blogs de nutrición y a la
aparición de un montón de programas de cocina en televisión, estamos literalmente bombardeados de recetas de todo tipo y variedad que pueden sacarnos de un apuro un día sí y otro también. Es verdad que el trabajo, el estrés, las prisas, no ayudan a que controlemos diariamente nuestras comidas. O bien comemos todos los días fuera de casa y en vez de comer lo que debemos, comemos lo que más nos apetece, o bien comemos de tupper en la oficina recurriendo generalmente al mismo tipo de alimentos (sándwiches, ensaladas, algunas legumbres y verduras recalentadas), o bien picamos cualquier cosa por falta de tiempo, sirviéndonos de gran parte de los restaurantes de comida rápida que encontramos por ahí. ¡Un verdadero desastre!
El problema entonces no radica en qué ponemos de comer, sino en ¿sabemos qué debemos comer? Una dieta sana y equilibrada es
aquella que permite que nuestro organismo funcione de manera óptima. Por ello,
es fundamental que esté basada en alimentos que potencien ese buen funcionamiento y que eviten la aparición de enfermedades relacionadas con la alimentación, como la
obesidad o los problemas cardiovasculares. Por eso se recomienda que nuestra
dieta forme parte de un estilo de vida saludable, que sea rica en alimentos de
origen vegetal y fibra y sea baja en grasas de origen animal, en dulces y en productos excesivamente calóricos.
Para que nuestra dieta sea
equilibrada debe contener:
- Al menos 2 raciones de verdura diaria, una en la comida y otra en la cena.
- 2 o 3 piezas o raciones de frutas al día.
- De 2 a 3 raciones de alimentos proteicos al día (carne, pescados y huevos, de preferencia poco grasos).
- Cereales o féculas ricos en fibra, tales como pasta, arroz, pan integral o legumbres.
- Evitar alimentos como el azúcar, dulces como mermeladas ricas en azúcares, bebidas azucaradas, bollería y pastelería industrial y alimentos precocinados.
- Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es repartir la ingesta alimentaria a lo largo del día y hacer 5-6 comidas diarias: desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y colación después de la cena. Esto favorecerá sin duda el autocontrol de la ingesta, la ansiedad y además, repartirá el consumo de calorías a lo largo de todo el día. Saltarse comidas puede favorecer que tengamos hambre antes de la siguiente y por consiguiente, que acabemos picando algún alimento no recomendado.
A la pregunta ¿qué cenamos hoy?, lo tengo muy claro. Un alimento que nos aporte nutrientes y que nos quite
el hambre con las mejores garantías posibles. Y es que por la noche nuestro
organismo funciona más despacio que durante el resto de la jornada, necesitando
alimentos sin un aporte extra de calorías. En esta ocasión creo que puedo
conseguirlo con unos champiñones rellenos de taquitos de jamón serrano y queso de tetilla.
Lonchas de jamón serrano |
Los champiñones destacan por su
bajo aporte calórico, conteniendo poca cantidad de hidratos de carbono y grasas
(27 calorías por cada 100 gramos). Sin embargo, destacan por su alto aporte
proteínico, conteniendo una cantidad elevada de proteínas de rico poder
nutricional y recibiendo todos los aminoácidos que el organismo necesita (3,81
gramos de proteínas por cada 100 gramos). Son ricos en vitaminas B y C (ayudándonos a fortalecer las defensas del organismo) y también en minerales como
el hierro, potasio y fósforo, aliados del sistema nervioso, así como de los
músculos. A todo esto hay que sumar su alto aporte en agua, que lo convertirá
en un perfecto hidratante de nuestro organismo.
Queso de tetilla |
El queso de tetilla es, sin duda, el tipo de queso más representativo de la gastronomía gallega y uno de los que tiene Denominación de Origen desde 1992. Está elaborado con leche pasteurizada de
vaca de razas gallegas, con una maduración mínima de siete días. Su forma
cónica, cóncava-convexa es la que le da nombre porque recuerda a una mama o
tetilla, forma que le viene dada por los embudos en los que se deja cuajar la
leche al inicio de su elaboración. Posee un sabor suave, tiene una textura cremosa y un sabor ligeramente ácido y salado suave. El aspecto exterior es de una corteza
dura de color amarillo paja. Se vende en piezas de aproximadamente un kilo.
¡Vamos con la receta!
¡Vamos con la receta!
12 champiñones grandes enteros
Un trozo de jamón serrano en taquitos
1 trozo queso tetilla
1 chorrito nata líquida
1 cebolleta
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
PREPARACIÓN:
- Precalentar el horno a 180 grados.
- Limpiar bien los champiñones si vienen con algo de suciedad. Quitarles los tallos y reservar.
- Colocar los sombreros en una bandeja de horno o fuente y salpimentar, regar con un chorrito de aceite de oliva e introducirlos en el horno uno 5-8’ para que vayan haciéndose.
- Mientras, picar muy pequeñito los tallos de los champiñones y la cebolleta (por un lado la zona blanca y por otra la verde). Calentar una sartén a fuego medio y con un chorrito de aceite comenzar a pochar los tallos y la zona blanca de la cebolleta. Echar una pizca de sal (el jamón va a proporcionar buena parte de la sal que necesita el plato) y pimienta.
- En un cazo, introducir los trozos del queso tetilla sin corteza y el chorrito de nata líquida y comenzar a calentar a fuego medio (nunca fuerte) hasta conseguir que se funda.
- Cuando la verdura esté blandita, incorporar los taquitos de jamón y remover para que se integren bien todos los ingredientes.
- Sacar los champiñones del horno.
- Poner el gratinador del horno.
- Rellenar los champiñones. Para ello, colocar unas cucharadas de la farsa de verduras y jamón en cada sombrero y regar con un poco de salsa de queso de tetilla. Terminar añadiendo un poco de cebolleta verde por encima.
- Meter unos 5' en el horno para que se gratinen y doren un poco.
- Listos para comer.
.a'o pluka citka (¡Buen provecho! en lojban, lengua lógica del alfabeto latino). Nos leemos el próximo miércoles.
P.D.: Si os apetece escribir algún comentario o compartir esta receta en las redes sociales, podéis hacerlo un poquito más abajo. ¡Muchas gracias!
Que rico entrante!! Muy fácil y diferente. Tengo que hacerlo. Lucía
ResponderEliminarLos champiñones admiten cualquier combinación y siempre están buenísimos. Pintaza la receta de hoy. Lola
ResponderEliminarEl queso de tetilla me encanta! Es un queso que pega con todo. Con un buen jamón y champiñones puede quedar realmente bueno. Sin duda tengo que probarlo. Inma
ResponderEliminarEstupendo entrante!! Que rico!!! Tengo que probarlo. Paloma
ResponderEliminarQue ricos los champis! Tienen una pinta espectacular. Paula
ResponderEliminarNo sabía que el queso de tetilla pudiera derretirse. Buena idea! Que pinta! Beatriz
ResponderEliminarBuen entrante. Muy completo. Me apetece probarlo! Ana L.
ResponderEliminarEl jamón serrano puede sustituirse x beicon. Yo lo hago con queso enmental y queda muy bueno. Leo
ResponderEliminarLos champiñones son verduras muy fáciles de combinar porque su sabor suave pega con todo. Pueden utilizarse en crudo o cocinados, lo que les permite multitud de preparaciones. Animáos y probadlos!!! Son una auténtica delicia. Muchas gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminar