miércoles, 25 de marzo de 2015

SOLOMILLOS DE CERDO IBÉRICO AL PEDRO XIMÉNEZ

¿CUÁNTOS VIENEN? No os ha pasado alguna vez que de repente, una mañana de sábado, recién levantad@ y con el pijama todavía puesto, mientras disfrutáis de un merecidísimo desayuno que no podéis permitiros el resto de la semana y echáis un vistazo a los titulares de los periódicos en el ipad, escucháis de fondo a vuestra pareja hablar con no sabéis quien por teléfono y sin consultaros, de repente, le oís decir: "No os preocupéis, veniros a casa a comer. Ya improvisaremos algo…"

¿Qué os voy a contar que no sepáis, verdad? ¡Calma! ¡Respirad tres veces antes de actuar!¡No os apuréis! ¡No dejéis que una bronca os chafe el fin de semana! En el fondo no es para tanto…

Después de echarle la merecida charla que, por supuesto, no pensáis dejar olvidada en el baúl de los recuerdos (sólo aparcada justo el tiempo que estén los invitados en casa), comienzas a pensar qué puedes poner de comer. En estos casos, disponéis de dos opciones:
  1. Tirar de agenda de teléfono y encargar algo de comida preparada en ese sitio de "platos caseros" que tanta fama tiene entre aquéllos a los que les da miedo entrar en la cocina tipo paella, lasaña, pollo asado o ensaladilla rusa (hay que reconocer que en un momento de apuro no están nada mal).
  2. Olvidar los malos rollos, echar mano de alguna de las recetas de vuestro blog favorito y preparar unos solomillos de cerdo al Pedro Ximénez, con los que podéis quedar estupendamente bien.

Eso sí. Una vez hayáis disfrutado de la comida y de una divertida sobremesa entre amigos no os olvidéis de la revancha. Pedid a vuestra otra mitad, como quien no quiere la cosa, que recoja todo el desaguisado mientras os echáis una merecida siesta, dadle el teléfono del mejor centro de masajes del barrio para que os pida cita urgente o “invitadl@” a quedarse con los niños mientras disfrutáis de una maravillosa tarde de compras… Al final, si lo pensáis, puede que hasta os salga el día rentable.


Bromas aparte, esta receta es un chollo. La recomiendo para cuando tengáis invitados, una cita importante o incluso un antojo de comer algo rico.  Es fácil, rápida de preparar, con un toque dulce muy especial y con una guarnición de puré de patatas o arroz blanco os aseguro que tenéis el éxito asegurado.


El punto de esta receta la pone el vino Pedro Ximénez. Es un vino dulce, afrutado, procedente de un tipo de uva moscatel cultivada en ciertas regiones de España, particularmente en las denominaciones de origen de Jerez, Montilla-Moriles y Málaga. Se realiza a partir de pasas de uvas Pedro Ximénez que han sido secadas al sol y es un vino para tomar acompañando a postres, pues su sabor intensifica el sabor de cualquiera de ellos (pasteles, helados, etc), aunque actualmente se está extendiendo mucho el maridaje en otros platos, por ejemplo en las carnes. Ésta receta es una prueba de ello. ¿Lo intentamos?

INGREDIENTES (4 personas):

3 solomillos de cerdo ibérico
1 cebolla
1 zanahoria
2 ajos
150 ml. vino Pedro Ximénez
1 vaso de agua
1 hoja de laurel
1 pastilla de caldo de carne
Aceite de oliva
Sal
Pimienta

PREPARACIÓN:
  • Si disponéis de olla rápida, no lo dudéis, utilizadla. Si no, podéis preparar la receta en una cazuela normal.
  • Cortamos los solomillos en medallones gruesos, los salpimentamos y los sellamos en la olla (doramos por todos los lados), con un buen chorreón de aceite de oliva bien caliente. Reservamos.
  • En el mismo aceite, y bajando a fuego medio/bajo incorporamos los ajos, la cebolla y la zanahoria, previamente lavados y picados. Rehogamos hasta que cojan color.
  • Subimos el fuego de nuevo para que la olla coja temperatura, reincorporamos los medallones, echamos una hoja de laurel, la pastilla de caldo de carne, regamos con el vino, dejamos evaporar el alcohol un par de minutos y por último, echamos el agua hasta cubrir todos los ingredientes.
  • Si tenemos olla rápida es el momento de cerrarla, mantener la temperatura alta hasta que “empiece a silbar” o el indicador de presión esté a punto y en ese momento bajar a fuego medio y cocinar el tiempo que aconseje el fabricante (en la mía, los solomillos tardan en cocinarse unos 15-17’).
  • Si no tenemos olla rápida, una vez comience a hervir el guiso, tapamos la cazuela y dejamos cocinar a fuego medio/bajo hasta que la carne esté tierna (mínimo 50').
  • Cuando la carne esté lista, sacamos los medallones y reservamos.
  • Mientras, vamos preparando la salsa, pasando por el pasapurés las verduras y el caldo sobrante (a veces hay que pasarla varias veces porque quedan restos de verdura en el pasapurés). El resultado será una salsa bastante ligada y oscura. No os preocupéis si sale un poco líquida. Para concentrarla, volvéis a poner la salsa al fuego de nuevo y la dejáis cocer a fuego lento unos 10-15’, hasta que se vaya evaporando parte del líquido.
  • Un rato antes de servir, en otra cazuela, ponemos la salsa resultante, incorporamos los medallones y esperamos hasta que todo esté caliente.
  • Emplatamos y listo (yo he acompañado los solomillos con un puré de patatas).

¡Affiyet olsun! (¡Buen provecho! en turco). Nos leemos el próximo viernes.

P.D.: Si os apetece compartir esta receta en las redes sociales, podéis hacerlo un poquito más abajo. ¡Muchas gracias!

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6 comentarios:

  1. Sabía que lo pondrías... La receta tiene muy buena pinta. Cuando la preparamos??

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  2. Este finde tengo jarana en casa. Buena propuesta Patri. Elena C.

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    1. Gracias, Elena. No te olvides de contarnos cómo te ha salido...

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  3. Patricia, me encanta tu blog. Es muy entretenido cocinar mientras aprendemos acerca de los productos que se utilizan en la receta y los orígenes de los platos. Muy acertada tu forma de enfocar la cocina. Enhorabuena! Emilio F.

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  4. Emilio, muchas gracias por tus palabras. Me ha hecho mucha ilusión leerte. Espero seguir enganchándote al blog mucho más tiempo...

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