PARECIDAS, PERO NO IGUALES. Lo bueno que tiene escribir un blog de
gastronomía es que muchas de las conversaciones que suelo mantener ahora con la
gente que me rodea se centra en la comida y lógicamente, en el contenido de lo publicado. Hay opiniones para todos los gustos, claro. Este post me ha
gustado, este no. Esta receta me ha sorprendido. Ésta no me sale. Lo lógico.
Sin embargo, he de reconocer que vuestras opiniones en general y las de los que
me rodean en particular, además de interesarme y mucho, me facilitan enormemente
el trabajo. Así, much@s me hacéis peticiones de recetas que os interesa probar,
otr@s me aconsejáis acerca de nuevos alimentos que habéis descubierto y me
ayudáis a elegir recetas que incluyan estos productos en sus elaboraciones, algun@s
incluso me vais surtiendo de recetas que yo ni siquiera he cocinado todavía… ¡Un
lujo, vamos! Al final, entre unas cosas y otras, suelo contar con un listado enorme
de recetas que me sirven de referencia para la preparación de las publicaciones
de El Especiero.
Elaboración crema catalana |
Y para muestra un botón. La receta
de hoy me la ha cedido mi amiga Ana, una apasionada de la crema
catalana. Y cuando hablo de pasión no lo digo por decir. No os podéis imaginar
la cara de felicidad que pone cuando salimos a cenar por ahí y mientras ojea el
menú su mirada se dirige a la sección de postres y se encuentra con la palabra mágica. Desde ese momento, el resto de la cena se centra en el postre y
no al revés. Y como dice ella: “no voy a
cenar demasiado para llegar a la crema catalana con ganas”. Y así es. Cuando llega
el momento postre y el camarero le planta su crema catalana delante, Ana se
pierde literalmente en el sabor de su primera cucharada de esta variedad de
crema pastelera, olvidándose a veces incluso de la conversación que hasta ese
momento manteníamos. Lo curioso del caso es que esta pasión por la crema
catalana no le ocurre solo a ella. A uno de los hermanos de mi chico, Agustin, le pasa exactamente lo mismo con este postre, así que empiezo a pensar que la crema catalana debe contener algún secreto especial que es capaz de hipnotizar a cualquiera.
Pero si hay algo que caracteriza
a este postre es la creencia generalizada de que natillas y crema catalana son
la misma cosa. ¡Que no! Que por mucho que algun@s sigan insistiendo en que la
única diferencia entre ellas está en la cobertura de azúcar quemada que corona
el postre ya os digo yo que están muy, pero que muy equivocad@s. Es cierto que
ambas se elaboran a base de huevos o yemas sobre una base de leche o nata y
aromatizadas con algunas especias o cítricos. Hasta ahí todo bien. Sin embargo,
el resultado obtenido tras la debida cocción en uno y otro caso es una especie
de crema pastelera pero con consistencias muy diferentes. Por eso, y con toda
la intención, hoy he decidido sumergirme en el mundo de la repostería e
investigar las distintas variedades de cremas de pastelería existentes, que además
de contar con diferentes ingredientes en sus elaboraciones, también tienen usos
muy distintos.
- Crema pastelera. Se utiliza para rellenar otros postres como hojaldres o canutillos. En su elaboración se utiliza gran cantidad de Maicena que le da su particular espesor y esa enorme consistencia cuando se enfría. Suele hacerse más dulce que el resto de elaboraciones porque se utiliza como relleno de masas que no contienen demasiada azúcar.
- Crema inglesa. Suele utilizarse como acompañamiento de otro postre, como base para poner en el plato o como cobertura. También se usa como base para la preparación de helados. Es ligera y muy líquida, no apta para usarla como base en las tartas de hojaldre, por ejemplo.
- Natillas. Tienen una consistencia espesa y se elaboran a base de leche y huevos aromatizados con canela o cítricos. Pueden tomarse solas o acompañadas de una galleta (generalmente galletas María), que se colocan sobre ellas para evitar que se forme costra.
- Crème brûlèe. Es un postre de cuchara, igual que las natillas. La diferencia entre ellas está en que para ésta última se utiliza nata en lugar de leche y se cocina en el horno al baño María, aportándole un sabor y una textura ligeramente diferente a las natillas.
- Crema chiboust. Crema inglesa básica que se sirve caliente como un postre, a la que se añaden unas hojas de gelatina para darle cuerpo y claras de huevos montadas, lo que le aporta una textura más aérea. Este tipo de crema se utiliza también para rellenar la tarta Saint Honoré.
Caramelizado con soplete |
La última variedad de crema pastelera y en la que hoy vamos a centrarnos es la crema catalana, conocida también como “crema quemada” o simplemente “crema” en Cataluña, postre muy típico en esta zona de España. Consiste en una crema pastelera con base de yema de huevo que se cubre con una capa de azúcar caramelizado en su superficie para aportar un contraste crujiente. Se come durante todo el año, pero en Cataluña es costumbre consumirla el día de San José (19 de marzo), Día del Padre. La crema catalana tiene su origen en el siglo XVIII, en una visita que hizo un obispo a un convento catalán. Ante semejante acontecimiento, las monjas decidieron homenajearle con un flan como postre, pero al parecer les quedó demasiado líquido. Ante esta situación, decidieron rematarlo con azúcar quemado. Cuando el obispo se dispuso a comer aquél flan, el azúcar todavía estaba muy caliente y el obispo exclamó: “¡Crema!” que en catalán significa ¡quema! que da origen al nombre del postre. La crema catalana se hace con yema de huevo, azúcar, harina de trigo o de maíz y leche aromatizada con canela, piel de limón y/o piel de naranja. La crema se cuece sin dejarla hervir en una cazuela al fuego hasta que espese y se deja enfriar en la nevera. Antes de servir, se espolvorea con azúcar y se quema con una pala de hierro o con un pequeño soplete.
1 litro de leche entera
6 yemas de huevo grandes (L)
100 gramos azúcar blanquilla
40 gramos Maicena
½ ralladura piel de limón
½ ralladura piel de naranja
1 rama canela
Un poco de azúcar para caramelizar
PREPARACIÓN:
- En primer lugar, aromatizar la leche. Para ello, calentarla en un cazo a fuego medio (para que dé tiempo a que la leche coja el olor de las especias) añadiendo la rama de canela y las ralladuras del limón y la naranja hasta que casi hierva. Después, apartar del fuego y reposar.
- Mientras, en un cuenco, añadir las yemas de huevo, el azúcar y mezclar lo justo hasta que se integren bien los ingredientes. Después, incorporar la Maicena y mezclar un poco más.
- Colar la leche ya templada sobre la mezcla y remover bien. CONSEJO: No mezclar más de la cuenta.
- Echar el contenido resultante en un nuevo cazo y ponerlo a calentar a fuego medio, removiendo sin parar con ayuda de una cuchara de madera hasta que la crema espese. Estará en su punto cuando se forme una capa densa en el dorso de la cuchara. Una vez conseguido esto, apartar del fuego.
- Colar de nuevo la crema resultante, con el objetivo de recoger posibles grumos.
- Repartir la crema catalana en cuencos individuales y dejar que se enfríen en el frigorífico cubiertas con papel film transparente, al menos durante 4 horas (es mejor preparar la crema catalana el día anterior).
- Cuando las cremas estén bien cuajadas y antes de servir, espolvorear un poco de azúcar por encima y con ayuda de un soplete caramelizar el azúcar, que formará una capa crujiente y fina de caramelo por encima.
¡Salud! Que la disfrutéis...
Me encantan las natillas y no suelo comer crema catalana, pero puede ser interesante cambiar un poco la receta y probarla, a ver q dicen los niños. Mar
ResponderEliminarMe flipa la crema catalana! Postre 10. Marta
ResponderEliminarLo malo de hacer crema catalana es que hay que contar con quemador o soplete y en mi caso no tengo. Pero la verdad es que está buenísima. Rita
ResponderEliminarSuelo comprarla hecha x aquello del azúcar caramelizada, pero no es tan dificil como parece, no? Lourdes
ResponderEliminarComo me gusta la crema catalana. Muchas calorías pero de vez en cuando merece la pena. Que rica la receta de hoy! Lucía
ResponderEliminarQue pinta más espectacular!! Tengo que intentarlo. Raquel
ResponderEliminarSoy una de las ignorantes que no sabía muy buen la diferencia entre natillas y crema catalana. Enterada x fin. Que rico. Tere
ResponderEliminarMe gustan mucho más las natillas. La crema catalana es demasiado dulce. Rita
ResponderEliminarExcelente receta. Nunca la he intentado pero voy a intentarlo este mismo fin de semana. Laura
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios. Comentaros que los sopletes para caramelizar tienen un precio asequible y son fáciles de conseguir, así que no hay excusa para disfrutar de una estupenda crema catalana. Hacedme caso!!
ResponderEliminar