SOPA DE POLLO CON VERDURAS EN JULIANA

SOPA DE POLLO Y VERDURAS DE MAMÁ. ¿Os apetece una sopa? No sé vosotr@s, pero yo no sé decir que no a una buena sopa. Me gustan de todo tipo. De cocido, de pescado, de verduras, de arroz, de fideos… Durante lo meses de otoño-invierno suelo empezar mis comidas con una nutritiva sopa. De hecho, hay una en especial que me encanta y es la sopa de pollo con verduras que hace mi madre. Yo la llamo “la sopa aprovechada”. Y os cuento por qué. Normalmente, utilizamos la sopa como entrante o primer plato de cualquiera de nuestras comidas o cenas, pero ¿qué os parecería utilizarla como plato único por ejemplo, para cenar? Es más, aprovechando que para cocinar un buen caldo hay que cocer un pollo entero (incluida la carcasa) y que después de hacer la sopa nos va a sobrar parte de la carne una vez desmenuzado, podemos utilizar el resto del pollo para hacer croquetas, lasaña, tortilla, sándwiches de pollo… Un chollo, ¿no?

Leyendo en Internet acerca de las propiedades y valores nutricionales que proporciona la sopa de pollo, he encontrado una curiosidad que data del siglo XVI en un libro anónimo escrito en castellano, llamado “Manual de mujeres” (¿¿y el de hombres??), que asegura que el caldo o sopa de pollo posee cualidades curativas. Dice así: “Tomad un pollo y matadlo. Y luego como lo matéis, desolladlo, tiradle todo lo graso y hacedlo pedazos. Y ponedlo en una alquitara de vidrio. Y poned con ella cuatro adarmes de nuez moscada, otros cuatro de canela, de clavos y de jengibre cada dos adarmes. Todas estas especias molidas. Y tapad la alquitara con masa, y ponedla al fuego. Y sacad el agua de ella hasta que se espese. Y como se espese, quitar el receptáculo. Y dad esta agua al que estuviera enfermo y sanará”. ¡Y es completamente cierto! La sopa de pollo es un clásico entre los remedios caseros para combatir el resfriado o la gripe, ya que está cocinado con ingredientes muy saludables (pollo, cebolla, zanahoria, apio, puerro…). Pero no sólo eso. El caldo o sopa de pollo posee un montón de propiedades nutricionales más:

1. Está recomendado para acelerar la curación y recuperación de enfermedades.
2. Es beneficioso para curar resfriados y gripes porque el caldo de pollo contiene un aminoácido natural llamado cisteína, que fluidifica el moco en los pulmones, ayudando a expulsarlo mucho mejor.
3. Además, tienen influencias curativas para el intestino, ya que muchas enfermedades estomacales pueden ser provocadas por un desequilibrio de la flora intestinal. El caldo de pollo desempeña un papel importante pues es de muy fácil digestión. Ayuda también a sanar el revestimiento del intestino gracias a la gelatina que se encuentra en el caldo, que es un caloide hidrofílico que retiene y atrae líquidos, incluyendo jugos digestivos muy beneficiosos para el organismo.
4. La disminución del dolor y la inflamación a nivel de las articulaciones se da gracias al sulfato de condroitina, glucosamina y otros compuestos extraídos del cartílago de los huesos de pollo con los que se elabora el caldo de pollo.
5. Promueve huesos fuertes y saludables, gracias a la cantidad de calcio y magnesio que contiene el caldo de pollo.
6. Es beneficioso para el crecimiento del cabello y de las uñas, gracias a la gelatina que tiene el caldo de pollo.

Poco más queda por decir, ¿no? El caldo de pollo es un plato muy completo, nutritivo, que además ayuda a nuestras defensas. Una ración de 100 gramos sólo tiene 36 calorías. Y os aseguro que está riquísima. ¿La probamos?

Esta receta voy a cocinarla en olla exprés o rápida.

INGREDIENTES (Para 4 personas):

Para el cocinar el caldo de pollo:

1 pollo entero y limpio

1 rama de apio

1 puerro

1 ajo

1  tomate

1 cebolla

1 nabo

2 zanahorias

1 pastilla de caldo de pollo o carne

Aceite de oliva

Sal 

Pimienta

Para la sopa:

1 bolsa de verduras cortadas en juliana

1 poco de cilantro picado (opcional)

Parte del pollo desmenuzado

PREPARACIÓN:

• En la olla, cubrir con agua fría aproximadamente ¾ partes de la misma y poner a calentar fuego alto. ¡¡Cuidado!! No la llenéis demasiado porque hay que incorporar el resto de ingredientes.
• Lavar las verduras, pelarlas y cortarlas en trozos grandes, excepto el tomate y el ajo que los añadiremos enteros.
• Introducir en la olla el pollo entero (previamente salpimentado), junto a las verduras.
• Echar un chorrito de aceite de oliva (poquito) y la pastilla de caldo.
• Esperar unos minutos hasta que el agua se caliente por si hay necesidad de espumar, es decir, desgrasar y clarificar con una cuchara la espuma que se forma en la superficie (ésta contiene impurezas, bacterias y grasas de los alimentos que se están cocinando).
• Cerrar la olla y  mantener la temperatura alta hasta que “empiece a silbar” o el indicador de presión esté a punto y en ese momento bajamos a fuego medio y cocinamos el tiempo que aconseje el fabricante (en mi olla son 30 minutos).
• Transcurrido el tiempo, abrir la olla, retirar el pollo y reservar en una fuente.
• Colar el caldo, retirando los restos de verduras con las que hemos cocinado el pollo y volver a poner el caldo al fuego en una cazuela limpia.
• Incorporar la verdura cortada en juliana. Rectificar de sal y pimienta si fuera necesario.
• Mientras la verdura juliana se va cociendo, desmenuzar la carne del pollo e incorporar parte del pollo a la cazuela.

¡Y listo para comer! Mi madre suele picar muy finito un poco de cilantro y lo incorpora al caldo de pollo con verduras justo al final. A mí personalmente me encanta porque le da un toque muy fresco, aunque el aroma y el sabor del cilantro es bastante intenso y hay gente a la que no le gusta. ¡En vuestras manos lo dejo!

¡Salud! Que lo disfrutéis...