CARROT CAKE. No sé cuántas veces habré repetido que el bizcocho de zanahoria está dulce. Y no entiendo por qué es tan difícil de entender cuando se sabe que la zanahoria es una de las verduras con más azúcar en su composición. Me hace mucha gracia que cada vez que horneo este pastel para alguien que no lo ha probado nunca siempre me hace las dos mismas preguntas: "¿bizcocho de qué?" y a continuación, "¿pero eso está dulce?" A pesar de responder siempre los mismo: "¡que sí!, que el carrot cake es dulce" los hay que continúan siendo escépticos ante este pastel anaranjado e incluso he de reconocer que en alguna ocasión no he conseguido que lo prueben. Eso sí, como es lógico, los “valientes” que al final se atreven con él caen literalmente rendidos a sus pies porque reconozcámoslo, el bizcocho de zanahoria está buenísimo. Hay infinidad de recetas de carrot cakes y por supuesto, un millón de versiones distintas. Así podemos encontrar el bizcocho de zanahorias sin más, el que contiene nueces, pasas y otros frutos secos, el que lleva trocitos de piña, coco y otras frutas e incluso los hay con aroma a canela, a vainilla, con cobertura o frosting de queso…
La tarta de zanahoria es un
pastel dulce con zanahoria machacada y mezclada en la masa. Ésta se ablanda
durante la cocción y el resultado suele tener una textura densa y muy suave.
Las zanahorias mejoran el sabor y también la apariencia del pastel. Aunque no
lo parezca, esta hortaliza se ha usado en repostería desde la Edad Media, época
en la que los endulzantes eran escasos y muy caros, mientras la zanahoria, que
contiene más azúcar que cualquier otra hortaliza a excepción de la remolacha
azucarera, era mucho más fácil de encontrar. La popularidad del pastel de zanahoria resurgió en el Reino Unido
gracias al racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial y también es famosa
en Estados Unidos, muy consumida desde principios de 1960.
Por supuesto, el ingrediente
principal en este bizcocho es la zanahoria, una hortaliza que
pertenece a la familia de las apiáceas. Es una planta bienal que forma una
roseta de hojas en primavera y verano, mientras desarrolla la gruesa raíz
napiforme, que almacena grandes cantidades de azúcar para la floración del año
siguiente. Su raíz comestible suele ser de color naranja, blanca, en una
combinación de rojo y blanco y más raramente, violeta con un interior
blancuzco, teniendo todas las variedades una textura crujiente cuando están
frescas.
Es posible que los antepasado
silvestres de la zanahoria hayan venido de Irán, país que sigue siendo el
centro de diversidad de esta especie. Se sabe que existen por lo menos desde
hace 5000 años y antiguamente, la zanahoria se cultivaba por sus hojas y
semillas aromáticas y no por su raíz. La zanahoria fue introducida en Europa
entre los siglos VIII y X. En un inicio, eran cultivadas con fines medicinales.
Actualmente, la zanahoria es considerada una mina de oro en nutrientes y se
aconseja su consumo a diario. Es rica en betacarotenos, calcio, hierro,
potasio, fosforo y otras vitaminas como A, B, C, D, E y ácido fólico. Una
zanahoria mediana tiene 25 calorías, 6 gramos de carbohidratos y 2 gramos de fibra. La zanahoria contiene importantes beneficios nutricionales para el organismo:
- Es rica en fitoesteroles, sustancias que bloquean la absorción del colesterol y depuran la sangre.
- Es importante para tratar la ceguera nocturna y la fotofobia, para prevenir las cataratas y la degeneración macular.
- Es ideal para preparar mascarillas caseras para manchas en la piel.
- Por su alto contenido en hierro y cobre, favorece la formación de glóbulos rojos, previniendo la anemia, la arteriosclerosis y la disminución de las defensas.
- Es una gran aliada de las dietas de adelgazamiento, ya que es un alimento con muy pocas calorías, mucha fibra y nada de grasas. Además, la zanahoria es saciante.
- Tiene un alto contenido en fibra soluble, buena para evitar el estreñimiento, además de ayudar a depurar el intestino de parásitos, toxinas y residuos que perjudican la salud.
- Su alto contenido en betacarotenos proporcionan a la zanahoria propiedades antitumorales, previniendo la aparición de ciertos cánceres (vejiga, laringe, esófago y estómago).
- Su capacidad para nutrir la piel y absorber las impurezas la hacen ideal para evitar el acné, aplicando la pulpa rallada o su zumo directamente sobre la zona afectada.
- Tiene grandes propiedades antioxidantes, protegiendo el organismo del ataque de los radicales libres y del envejecimiento prematuro.
- Su consumo periódico, ayuda a mantener sano el corazón, manteniendo las arterias libres de placas que impiden la normal circulación de la sangre.
Variedad de zanahoria morada |
A la hora de seleccionar zanahorias, se sugiere elegir las más firmes
y de color más intenso, descartando las que estén agrietadas o manchadas.
Pueden mantenerse frescas hasta dos semanas. Es importante ubicarlas dentro de
una bolsa en la parte más fría del frigorífico, evitando así que pierdan humedad. Pueden
ser utilizadas crudas, hervidas y fritas en ensaladas, sopas, guisos y zumos.
El bizcocho de zanahoria puede presentarse solo o recubierto con un frosting, cobertura muy dulce elaborada a base de azucar glas, mantequilla, nata y además, acompañado de queso crema o esencia de vainilla, utilizada en gran parte de las recetas de repostería americana. Me veo en la obligación de advertiros de que estas coberturas aportan vistosidad al bizcocho además de estar buenísimas, pero su composición son una bomba de relojería en cuanto a calorías y grasas se refiere. Yo voy a prepararlo con un frosting de queso-crema (como si de una ocasión especial se tratara) para que aprendáis cómo se hace, pero yo suelo hornear el bizcocho de zanahorias con nueces sin más, para tomar como acompañamiento de un vaso de leche o de un café en el desayuno o la merienda.
INGREDIENTES:
250 gramos zanahoria
200 gramos harina repostería
200 gramos azúcar moreno
75 gramos nueces picadas
125 ml. aceite vegetal
10 gramos levadura
4 huevos
1 cucharadita canela molida
Para el frosting de queso-crema:
300 gramos queso crema
Philadelphia
300 ml. nata líquida para
montar
250 gramos azúcar glas
50 gramos mantequilla
pomada
- Precalentar el horno a 180 grados.
- Engrasar un molde con un poco de mantequilla y harina para que el bizcocho no se pegue.
- Lavar y pelar las zanahorias. En la picadora (accesorio de la batidora), triturarlas. No hace falta que se hagan papilla, sino que se pueden ver trocitos.
- En un bol grande, incorporar los huevos y el azúcar moreno. Batir con ayuda de la batidora y el accesorio de las varillas hasta que la mezcla quede espumosa (cuanto más espumoso quede mejor, porque más aire se incorporará a la mezcla y el bizcocho quedará más esponjoso).
- Añadir a la mezcla el aceite vegetal, la zanahoria picada, una cucharadita de canela y las nueces picadas, mezclando bien con ayuda de una espátula.
- Verter la mezcla en el molde y hornear durante 50-60’, hasta que al introducir un palillo en el centro del mismo éste salga seco.
- Una vez listo, dejar enfriar el bizcocho y después, desmoldar en el plato donde vayamos a presentarlo.
- Para preparar el frosting de queso, en primer lugar montar la nata líquida con ayuda de la batidora y el accesorio de varillas.
- En un bol aparte, mezclar la mantequilla en pomada con el queso crema e ir mezclando con ayuda de una espátula.
- Añadir el azúcar glas y seguir mezclando.
- Por último, incorporar poco a poco la nata montada con movimientos envolventes.
- Una vez listo, cubrir el bizcocho frío con el frosting, con ayuda de una espátula o paleta de cocina.
- Reservar un tiempo en el frigorífico (un par de horas como mínimo) para que la crema de queso se endurezca.
Itumelele dijo (¡Buen provecho! en Tswana). Nos leemos el próximo lunes. Que paséis un estupendo fin de semana.
P.D.: Si os apetece escribir algún comentario o compartir esta receta en las redes sociales, podéis hacerlo un poquito más abajo. ¡Muchas gracias!
Pues no entiendo como puede haber alguien que no le guste el carrot cake. Es un bizcocho super esponjoso y está exquisito. Este mismo fin de semana me atrevo con él. Laura L.
ResponderEliminarMe encanta la tarta de zanahoria. Mi madre le añade un poco de jengibre y queda genial. Pruébalo la próxima vez. Sara
ResponderEliminarSara, gracias por tu recomendación. Me parece muy acertada. A la próxima le echo un poco un jengibre. Tiene que estar muy rico.
EliminarSuper receta la de hoy. Con nueces y pasas bañadas en licor está espectacular. A mí me gusta con el frosting x encima. Maite
ResponderEliminarNo me cansaría nunca de comer bizcocho de zanahorias. Para los que no lo han probado decirles que no sabe a zanahoria como tal, sino una mezcla de azúcar, canela y un tenue sabor a zanahoria. Está muy buena. Pilar
ResponderEliminarA mi me parece uno de los bizcochos mas buenos que he probado. Tu receta tiene buena pinta. Nunca lo he hecho en casa. Mamen
ResponderEliminarRico, rico. La zanahoria además de sana está buenisima. Estupenda receta. Lucía
ResponderEliminarYo soy de esas personas raras a las que no le gusta este bizcocho. He probado tb el de calabaza y tampoco. Paz
ResponderEliminarFan de esta receta. Me encanta el carrot cake! Eva
ResponderEliminarComo ya os anuncié, el carrot cake es un bizcocho que genera mucha controversia. Hay quien la adora y también hay quien no puede con ella. Solo puedo decir que a mí me encanta y que sigo insistiendo siempre que la hago para que quien no la ha probado, lo haga. Al final, más de un@ termina por caer. Muchas gracias por vuestros comentarios.
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