POSTRE CONTUDENTE. Hay determinados postres que merecen ser anunciados antes de sentarnos en la mesa, con la intención de advertir al personal de que deben “reservar sitio” en el estómago para poder disfrutar del plato dulce final. Me gustan los postres en los que se utilizan distintos productos, que al unirlos forman un todo con un sabor y una textura muy especiales. Por supuesto, hay que tener cuidado a la hora de elegir las combinaciones, pero si conseguimos que los ingredientes casen, obtendremos un postre espectacular. Hoy voy a preparar uno que combina bizcocho, fresas naturales y una suave y ligera crema de queso mascarpone.
Es verdad que los quesos son cada
vez más utilizados en repostería. Muchos de ellos porque proporcionan un sabor
intenso al postre, otros por la textura cremosa que le dan al resto de
ingredientes y otros simplemente porque pegan bien con determinadas frutas y
frutos secos. En definitiva, el sabor ácido y lácteo combina particularmente
bien con toda clase de alimentos dulces. Quesos de vaca, cabra o de oveja,
quesos frescos o más curados resultan sublimes en repostería. Desde el punto de
vista organoléptico, existe una razón fundamental para este tipo de conexión:
el gusto sabroso de un gran número de quesos necesita de la fruta, alimento
que contiene mucha agua, para aportarle cierto equilibrio.
El queso mascarpone es un queso de origen italiano, de la zona
de Lombardía, concretamente de Lodi. Se desconoce su origen exacto, aunque se
sabe que su elaboración y consumo se remonta a varios siglos atrás. Es un queso
fresco obtenido por la elaboración de crema de leche, nata, ácido cítrico o ácido
acético. Es cremoso, consistente, de color blanco-amarillento, con sabor dulce
y altamente calórico. Técnicamente hablando el mascarpone no es un queso sino
el resultado de añadir un cultivo de bacterias a la nata extraída de la leche
que se usa en la fabricación del parmesano. Sin embargo, suele ser descrito
como queso de cuajada, aunque se elabora de forma muy parecida a la del yogur.
Es un producto muy delicado, que debe ser consumido fresco porque se pone rancio
rápidamente, de hecho antiguamente sólo se elaboraba en invierno por ser considerado un
producto perecedero. Es muy utilizado en la cocina vegetariana, puesto que no
es un queso producido con cuajo.
Contiene mucha grasa, proteínas y carbohidratos procedentes del azúcar. Y
también aporta vitaminas del grupo B, calcio, fósforo, potasio y una pequeña
cantidad de hierro.
Por otro lado, en este postre
vamos a utilizar un buen trozo de plancha
de bizcocho o también denominado “bizcocho
genovés”, de origen italiano. En su elaboración, no usa levadura química
alguna, sino que emplea aire suspendido en la masa para darle volumen. Cuando
finaliza su horneado, la genovesa debe enrollarse mientras está caliente para
después hacer brazos de gitano o troncos de navidad, aunque también puede
cortarse y apilarse en varios pisos o forrar un molde para rellenarlo con un
postre helado, por ejemplo. Tiene una textura elástica y algo seca, por lo que
es frecuente mojarlo con jarabes aromatizados o licores.
En cuanto al fruto que conocemos
como fresa, es en realidad un
engrosamiento del receptáculo floral, siendo los puntitos que hay sobre ella
los auténticos frutos, que en su interior contienen las semillas. Estos frutos
hay que recogerlos bien maduros, cuando son de tonos rojos o rosados. Las
fresas constituyen uno de los principales frutos de primavera, aunque se puede disfrutar de ellas durante todo el año porque las hay de invernadero (que tienen menos sabor).
La temporada de fresas se alarga desde marzo a finales de agosto. Las fresas pueden conservarse congeladas hasta doces meses. Su capacidad diurética les proporciona propiedades depurativas muy adecuadas para la eliminación de
toxinas del organismo. Son ricas en
vitamina C, bioflavonoides y antocianinas, que tienen la propiedad de actuar
contra la formación de radicales libres en el organismo, ayudando a combatir el
estrés y retrasando el envejecimiento. La gran cantidad de antioxidantes que
contiene las hacen ideales para disminuir el colesterol. Son capaces de inhibir aquellas sustancias
cancerígenas que puedan atacar a las células sanas y como contienen mucho ácido
salicílico, pueden considerarse una “aspirina natural”. Es un alimento que
hidrata, sacia, no contiene grasa y tiene muy pocas calorías. La capacidad
antibacteriana del zumo de fresa se ha utilizado tradicionalmente para el
cuidado externo de la piel. Heridas, acné e incluso manchas en la piel se han
beneficiado de su aplicación sobre la misma. Además, las fresas pueden
utilizarse como dentífrico natural, evitando la formación de sarro y protegiendo la boca contra las caries y el mal aliento.
Vamos con la receta.
Para el bizcocho:
6 huevos M
150 gramos azúcar blanquilla
150 gramos harina repostería
Ralladura de un limón
Una pizca de sal
Para la crema de queso:
200 gramos queso mascarpone
50 gramos azúcar glas
Para las fresas:
400 gramos fresas frescas
Un poco de azúcar blanquilla
Para montar la copa o vaso:
Un poco de licor (Cointreau, ron…)
PREPARACIÓN:
- En primer lugar, precalentar el horno a 180 grados.
- Para preparar la plancha de bizcocho, forrar la bandeja del horno con papel aluminio o sulfurizado apto para hornear. Para sujetar el papel, debemos pegarlo con un poco de mantequilla en los extremos.
- Separar las yemas y las claras de los huevos. Montar en un bol las claras a punto de nieve con un pizca de sal con ayuda de la batidora y el accesorio de varillas. Reservar.
- En otro bol, incorporar las yemas, el azúcar y la ralladura de limón y montarlas también (con ayuda de la batidora y las varillas) hasta que blanqueen y aumente su volumen.
- Agregar a la mezcla anterior la harina tamizada y por último, las claras montadas, con movimientos suaves y envolventes, con ayuda de una espátula o cuchara de madera.
- Extender la masa con la espátula sobre la bandeja de horno y hornear durante 10-12’, hasta comprobar que la superficie está ligeramente dorada. NOTA: Es muy importante no pasarse de cocción para que el bizcocho no se reseque.
- Sacar el bizcocho del horno y cubrirlo con un trapo de cocina limpio y humedecido con un poco de agua.
- Para preparar la crema de queso, mezclar el queso mascarpone con el azúcar glas hasta quedar cremoso y homogéneo.
- Lavar y picar en trozos las fresas, espolvoreándolas en un cuenco con un poco de azúcar. Esto ayudará a que se forme un jarabe de fresas.
- Cuando el bizcocho esté frío, cortar los trozos de bizcocho utilizando como molde el vaso o copa donde lo vayamos a presentar. Con ayuda de un pincel, pintar los trozos con un poquito de ron, Cointreau o cualquier otro licor que os guste.
- Por último, para montar el postre, poner una primera capa de fresas en el fondo de la copa, luego una de bizcocho, una de queso mascarpone, otra de bizcocho, otra de queso mascarpone y coronar con unas fresas por encima.
Ku mèejtech uutsil (¡Buen provecho! en maya yucatec). Nos leemos el próximo miércoles.
P.D.: Si os apetece escribir algún comentario o compartir esta receta en las redes sociales, podéis hacerlo un poquito más abajo. ¡Muchas gracias!
Que postre más completo. Desde luego, con hambre no te quedas... Jejeje. Nuria
ResponderEliminarMe vuelven loca las fresas y también el queso mascarpone. Esta combinación tiene que quedar perfecta! Muchas ganas de probar este postre. Maite
ResponderEliminarQué rico!!! Una sugerencia sería cambiar el bizcocho por soletillas. Creo que podría quedar perfecto. María
ResponderEliminarMaría, las soletillas al igual que la plancha de bizcocho son de textura blandita cuando se impregnan en licor, así que también pueden valer como acompañamiento de este postre.
EliminarMenudo postre!!! Riquísimo. Tengo ganas de probarlo. Pilar
ResponderEliminarQue buena pinta! Desde luego si que hay que dejar hueco para semejante postre. Y seguro que merece la pena. Rita
ResponderEliminarDespués de comerte semejante postre, habrá tiempo para una buena siesta, no? Que buena pinta. Nati
ResponderEliminarYo voy a intentar la receta pero con frutos rojos. Creo que estéticamente puede quedar muy bonito. Y rico. Laura
ResponderEliminarLaura, cualquier fruto rojo quedará perfecto. Es más, creo que con distintos frutos rojos la presentación puede ser mucho más bonita. Gracias por la recomendación.
EliminarPostre contundente pero sencillo, con el que quedaréis la mar de bien. Muchas gracias por vuestros comentarios.
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