lunes, 6 de julio de 2015

MILHOJAS DE NATA Y FRESAS

AYYYY, QUE PASTEL MÁS RICO. Esto es lo único que se me ocurre decir cuando hablamos de milhojas. Es el típico dulce al que no puedo resistirme. Mis milhojas favoritas (y también las de mi abuelo Eduardo) están en la Puerta del Sol de Madrid, en la pastelería más castiza de nuestra ciudad, “La Mallorquina”. ¡Las mejores del mundo! Las llevo comiendo toda la vida, desde pequeña. No hay vez que pase por la Calle Mayor, eche un vistazo al escaparate, con los estantes siempre llenos de la mejor bollería y repostería tradicional española, mis ojos se encuentren con ellas, tan grandes, tan blancas, tan llenas de merengue y azúcar glas y no entre a darme el gustazo. Solo les pongo un "pero" a las milhojas y es que a pesar de lo que las disfruto, lo cierto es que incómodas de comer son un rato. Lo ideal sería comerse la milhoja en un plato grande con cuchillo y tenedor (y aun así se desmoronaría entera antes de metértela en la boca), pero en La Mallorquina, que es la típica confitería de toda la vida, siempre a tope de gente, de turistas, si quieres entrar y comerte una milhoja solo dispones de dos opciones: una, intentar hacerte un hueco en un trocito de barra donde, entre codazos, puedes disfrutar de tu milhoja con cuchillo y tenedor o dos, coger un par de servilletas, armarte de valor y hacer malabarismos para no mancharte mientras te la comes paseando por el centro de Madrid. Eso sí. Ese día es mejor no cometer el error de ir vestido de oscuro, porque por mucho que intentes que no suceda, te pones literalmente perdido de merengue, azúcar y trocitos de hojaldre. Sin embargo y a pesar de todas las incomodidades, de las risas mientras te la comes, siempre merece la pena volver a disfrutar de una milhoja de La Mallorquina.


Milhojas de "La Mallorquina"

Milhoja es un dulce tradicional atribuido a la repostería francesa, allá por el siglo XVII, ya que por esa época aparece en el libro “La cocina francesa” una descripción de cómo se preparaban las milhojas, aunque su origen es incierto. Hoy en día es un postre mundialmente conocido y comercializado. En EEUU, por ejemplo, se llama Napoleón y va rellena de una crema de almendras. La milhoja es un pastel de forma rectangular, que contiene merengue o crema pastelera entre dos capas de hojaldre, espolvoreado con azúcar glas.

Las milhojas actuales cuentan con mil y unas versiones diferentes. Puedes encontrarlas acompañados de frutas, de frutos secos, con cremas de limón, de café, de vainilla… Pero si algo caracteriza a la milhoja y que no es sustituible por nada del mundo es el hojaldre, que es una masa crujiente traída a Europa por los árabes, aunque su origen es anterior, encontrándose referencias a pastas y masas hojaldradas en la Grecia y Roma clásicas. Pasteles hojaldrados dulces o salados se realizan en España con anterioridad al siglo XVII, con referencias en “El Buscón” de Francisco de Quevedo, escrito en 1604. En su origen, cada hoja, muy fina, se hacía por separado y untadas en grasa se unían, tal como se sigue haciendo en platos como la pastela marroquí.


Hojaldre horneado


El hojaldre se elabora con harina, grasa (mantequilla, manteca de cerdo o margarina), agua y sal. Es muy crujiente, siendo esta textura uno de sus grandes atractivos. Para conseguir la textura final se prepara una masa de harina, agua y sal (amasijo), que se va amasando. Sobre ella se extiende también la grasa que se vaya a emplear (empaste) y se dobla sobre sí misma varias veces. La repetición de dicha operación hace que vayan quedando finas láminas separadas por la grasa empleada. Estas retienen el vapor que se genera con el agua de la masa durante la cocción y dichas láminas se separan como las hojas de un libro.


Placas de hojaldre

Por supuesto, a día de hoy que “casi” todo está inventado, encontramos en el supermercado toda un serie de masas de hojaldre precocinadas que lógicamente, no pueden compararse con un buen hojaldre artesano, pero que nos permitirá disfrutar de un postre casero de hojaldre siempre que la ocasión lo requiera. Por eso, hoy os traigo una versión moderna y diferente de milhojas, que voy a rellenar de nata montada y fresas naturales y frescas. 

Ya sé que las milhojas originales están hechas con merengue, relleno para pasteles que está elaborado con clara de huevo batida y azúcar, preferiblemente glas, al que se le pueden añadir diferentes aromatizantes como vainilla, avellana o almendras y que para adquirir esa textura "semi dura" se cocina en un horno a bajísima temperatura con el objetivo de que se evapore la mayor parte del agua que contiene. 

Yo voy a prepararlas con nata montada porque me parece muy socorrida, super fácil de montar y el resultado final me parece muy agradecido. Podéis sustituir las fresas por cualquier otro tipo de fruta que os guste, pero debéis tener en cuenta que deben utilizarse frutas que no contengan demasiada agua en su interior porque echaría a perder el dulce. En mi opinión, las frutas más adecuadas son todas las variedades de frutos rojos (fresas, frambuesas, moras, arándanos...).

¡Vamos con ello!


INGREDIENTES:
1 rollo hojaldre precocinado
4 cucharadas azúcar blanquilla
250 ml. nata líquida para montar
75 gramos azúcar glas
1 tarrina fresas

PREPARACIÓN:
  • Precalentar el horno a 180 grados.
  • Extender la masa de hojaldre sobre una tabla o la encimera de la cocina con ayuda de un rodillo si hiciera falta. Cortar la masa en círculos iguales con ayuda de una vaso o de un molde (utilizaremos 3 bases de hojaldre por cada milhoja), colocando los trozos de hojaldre en una bandeja de horno forrada con papel de horno o papel sulfurizado para que no se peguen y podamos desprenderlas con facilidad una vez listas. 
  • Pinchar los trozos de hojaldre con un tenedor varias veces para que no se hinche. Hornear hasta que el hojaldre tome un ligero color dorado (no cocinar demasiado para que no queden muy crujientes y se rompan con demasiada facilidad). Una vez listo, al sacar el hojaldre del horno, si notamos que se ha abombado desigualmente, podemos poner un papel de hornear por encima y con el hojaldre aún caliente, ir chafando suavemente con las manos hasta que quede más o menos igualado por todos los lados. Dejar enfriar a temperatura ambiente.
  • Lavar y secar bien las fresas y partirlas en rodajas finas.
  • Montar la nata. Para ello, incorporar la nata en el vaso de la batidora y comenzar a montar con ayuda de la batidora y el accesorio de las varillas. Casi al final, cuando la nata ya tenga una consistencia casi dura, echar 4 cucharadas de azúcar blanquilla y seguir batiendo un poco más para que se disuelva en la nata. Reservar en la nevera. TRUCO: La nata líquida se montará  mucho antes si está muy fría y el vaso donde vamos a  montarla también lo está.
  • Para preparar las milhojas, poner en primer lugar una base de hojaldre. Con ayuda de una manga pastelera con una boquilla intermedia, añadir una generosa capa de nata montada, a continuación colocar una capa de trozos de fresas y volver a empezar. Base de hojaldre, capa de nata y capa de fresas. Terminar con una base de hojaldre a modo de sombrero.
  • Espolvorear la milhoja con azúcar glas por encima.

¡Listas para comer!

An Guadn (¡Buen provecho! en bávaro). Nos leemos el próximo miércoles.

P.D.: Si os apetece escribir algún comentario o compartir esta receta en las redes sociales, podéis hacerlo un poquito más abajo. ¡Muchas gracias!

Image and video hosting by TinyPic

9 comentarios:

  1. Postre socorrido donde los haya. Quien no ha recurrido a una masa quebrada o a un hojaldre recubiertos de fruta y al horno? Yo lo hago con manzana y un poco de azúcar por encima. Es verdad que es muy fácil de preparar y queda muy bueno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nuria, es verdad que el hojaldre es muy versátil y permite preparar postres diferentes con las frutas que más nos gusten. Con manzana queda estupendo.

      Eliminar
  2. De vez en cuando apetecen postres aparentemente sofisticados y cuyo resultado guste a todos. Este es un ejemplo. Fácil de preparar y muy rico. Me apunto! Paloma

    ResponderEliminar
  3. Una vez estuve en un curso aprendiendo a hacer hojas de hojaldre y es realmente difícil. X eso es genial que en el super podamos encontrar hojaldre precocinado. El hojaldre ofrece muchas posibilidades. Tu receta es fácil y tiene muy buena pinta. Mati

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mati, que genial que hayas estado en un curso de hojaldre. Me encantaría aprender a hacerlo artesanalmente. Tiene que quedar buenísimo!!

      Eliminar
  4. Los platos con hojaldre salados y dulces siempre son un acierto. Fácil y rápidos! Me encanta el hojaldre de nata y fresas. Muy de temporada. Lucía

    ResponderEliminar
  5. Los postres son agradecidos siempre. Si contienen frutas, son más nutritivos y frescos. La milhoja con fresas está para chuparse los dedos. Ana L.

    ResponderEliminar
  6. Conozco la Mallorquina. Genial pastelería. Una de las mejores de Madrid. Me gusta que te acuerdes de los sitios emblemáticos de nuestra ciudad. Bravo por ti!! María

    ResponderEliminar
  7. El hojadre permite crear platos dulces y salados muy interesantes. Es muy fácil de utilizar y también de manipular. Sin duda, hay que probar esta milhoja con nata y fresas. Os va a gustar. Muchas gracias por vuestros comentarios.

    ResponderEliminar