SEMANA SANTA (PARTE 2). Con motivo de la celebración de la Semana Santa, en el último post nos atrevimos con un contundente potaje de garbanzos y bacalao que al menos a mí, me dejó muy buen sabor de boca. Pero claro, estos días festivos que solemos aprovechar para reunirnos en familia o con amigos, una buena comida no puede finalizar si no es acompañada de un estupendo postre. Y en estas fechas, la nota dulce la pone, sin lugar a dudas, la torrija.
La torrija (también denominada torreja o tostada) consiste en una
rebanada de pan de hace varios días, que se empapa en leche o vino con miel y
tras ser rebozada en huevo, se fríe en una sartén con aceite. Se aromatiza con
canela o algún licor y se endulza con miel, almíbar o azúcar. Es un alimento de
origen humilde y su uso es costumbre en la época que los católicos dejan de
comer carne, porque dicen satura pronto al comensal. En España, aparece ya
documentada en el siglo XV, citada por Juan del Encina (poeta, músico y autor
teatral en época de los Reyes Católicos) “miel y muchos huevos para hacer
torrejas”, como plato indicado para la recuperación de las parturientas. La
torrija era a comienzos del siglo XX muy habitual en las tabernas de Madrid y
solía servirse acompañado de un chato de vino.
Pastelería Nunos |
- La Mallorquina (Mayor, 2). Pastelería emblemática de Madrid, situada frente al Reloj de la Puerta del Sol, que ofrece las clásicas torrijas de azúcar.
- La Casa de las Torrijas (Paz, 4). Esta taberna de ambiente castizo y popular ofrece torrijas todo el año y suelen acompañarlas con un vasito de vino dulce.
- Pastelería Nunos (Narváez, 63). El maestro pastelero José Fernández ofrece originales torrijas en conserva. Sí. No habéis leído mal. Enlatadas. Las vende de frutas de almíbar, de queso tipo Petit Suise, con mermelada de limón, con yogur de chocolate y la más famosa, en escabeche de frambuesa o naranja.
- Horno La Santiaguesa (Mayor, 73). Esta antigua pastelería ofrece unas torrijas diferentes. Unas elaboradas con vino blanco y otras de chocolate. Su secreto está en el pan, que lo enriquecen con mantequilla y azúcar y emborrachan bien la miga con leche, azúcar, canela y limón.
Horno La Santiguesa |
1 barra de pan
1 litro leche entera
4 huevos
1 canela en rama
1 vaina vainilla
Cáscara de un limón
200 gramos azúcar blanquilla
1 cucharada canela molida
Aceite de girasol
Almíbar de miel
200 ml. agua
4 ó 5 cucharadas soperas miel
1 chorrito de coñac
4 ó 5 cucharadas soperas miel
1 chorrito de coñac
PREPARACIÓN:
- Calentar la leche en un cazo, a fuego medio (para que de tiempo a absorber todos los aromas) e infusionamos la leche, añadiendo una rama de canela, la vaina de vainilla abierta y un par de trozos de cáscara de limón, que cortaremos con el cuchillo, con cuidado de no llegar a la zona blanca, porque amarga.
- Cortar las rebanadas de pan en rodajas largas, como en inglete, con más o menos un centímetro y medio de espesor.
- Una vez comience a hervir la leche, retiramos del fuego y añadimos 100 gramos de azúcar, removiendo con una cuchara de madera para que se disuelva. Dejamos que la leche se enfríe un poco (si mojáramos en este momento el pan se rompería, por el calor) y después retiramos la canela, la vainilla y la cáscara de limón.
- En un recipiente, incorporamos las rebanadas de pan y le añadimos la leche, una vez templada, para que vayan empapando. No hay que dejarlas demasiado tiempo porque terminan por ablandarse demasiado.
- En una sartén, ponemos abundante aceite de girasol a calentar (que llegue, más o menos, a la mitad de la torrija). Cuando esté caliente, con cuidado de que no se rompan, pasamos cada torrija por huevo batido y las freímos. No introducir más de dos o tres torrijas a la vez, para que la temperatura del aceite no baje demasiado. Dorarlas por un lado y por el otro.
- Cuando estén hechas, retiramos y dejamos reposar en papel absorbente de cocina para que chupen el exceso de grasa y se enfríen.
- En un cuenco grande, mezclamos el resto del azúcar (100 gramos) con una cucharada de canela y mezclamos.
- Cuando las torrijas estén frías, rebozar la mitad de ellas con la mezcla.
- Para preparar el almíbar, en un cazo a fuego alto vertemos el agua y dejamos calentar hasta que hierva. En ese momento, bajamos el fuego al mínimo y echamos las cucharadas de miel y añadimos un chorrito de coñac (truquito de mi suegra Tinita) dejando cocer hasta que la mezcla tenga una apariencia de sirope y se evapore el alcohol del brandy. Dejamos enfriar antes de rociar las torrijas, o bien lo servimos en una salsera para que cada uno se sirva a su gusto.
Sajten (¡Buen provecho! en árabe). Nos leemos el próximo viernes.
P.D.: Si os apetece escribir algún comentario o compartir esta receta
en las redes sociales, podéis hacerlo un poquito más abajo. ¡Muchas gracias!
Humm, que rico
ResponderEliminarMejor sabrá!!
EliminarTienen una pinta 10. Me encantan las torrijas! Sonia L.
ResponderEliminarAnímate, Sonia. Sólo hay que ponerse...
EliminarEl fin de semana compré torrijas en una pastelería a 3 euros la unidad. Un timo. Mañana mismo me pongo. Espero que me salgan como a ti, Patricia
ResponderEliminarDos euros y pico es lo que cuesta una barra de pan de torrijas y deben salir como 10 o 12 por barra... Merece la pena!
EliminarMe encantan las torrijas!!! Como sufro de intolerancia a la lactosa no suelo comprarlas hechas. Esta es la mía para prepararme unas cuantas en casa. Ana
ResponderEliminarPor supuesto, Ana! La intolerancia a la lactosa ya no es un problema a la hora de darse un capricho.
EliminarA mis hijos les encanta. A mi también. Pero engordan... Aunque de vez en cuando hay que darse un caprichito, verdad? Voy a intentarlo!! Ana Lopez
ResponderEliminarEngordan lo justo para comerse un par y listo, Ana! Ánimo y a por ellas!
EliminarPecado mortal, pero hay que probarlas! Parece fácil, ya te contaré como me ha ido.
ResponderEliminarClaro que es fácil! Anímate y pruébalas!
EliminarQue ricas!!!
ResponderEliminarRicas y fáciles de hacer!
EliminarMe encantan las torrijas. En mi pueblo se hacen con anís y están que te mueres! Lola
ResponderEliminarQue buena idea! La próxima vez que las haga les pondré un poco de anís... A ver que tal! Gracias por la recomendación Lola.
ResponderEliminarPues yo me la comería ahora mismo. Marta
ResponderEliminarEstoy deseando que llegue la Semana Santa para comerme una torrija, o 2, o las que caigan. Que buenas!! Marisa
ResponderEliminarQue sería de la Semana Santa sin las torrijas... Mercedes
ResponderEliminarEs cierto que ahora hay torrijas muy originales y aunque a mí me gustan más las tradicionales puedo decir que he probado algunas muy buenas como las de chocolate. Pilar
ResponderEliminarNo me canso de hacer torrijas. A mí me gustan más de azúcar. Son las más sencillas pero xa mi las mas ricas. Eva
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