MOUSSE DE CHOCOLATE

LAS COSAS CLARAS Y EL CHOCOLATE ESPESO. El otro día, charlando por teléfono con una amiga en un día de esos en los que es mejor no haberse levantado de la cama porque desde primera hora de la mañana todo sale al revés de cómo lo has previsto, en el que parece que el mundo está contra ti en vez de contigo, va ella y sin venir a cuento, me dijo de repente: “¿Sabes lo que te hace falta? Un buen mousse de chocolate”. Ni siquiera me dio tiempo a contestar. “¿Y sabes lo mejor?”, me dijo a continuación, “que tienes suerte, porque he preparado unos cuantos esta misma mañana”.

Tras una risas en las mi amiga trató de quitarle hierro al asunto, colgamos con la promesa de vernos aquélla misma tarde. Así que después de trabajar y siguiendo su recomendación, me planté en la cocina de su casa donde, por supuesto, me esperaban ella y una estupenda copa de mousse de chocolate. Lo cierto es que no sé si fue el chocolate (que por cierto estaba buenísimo) o la charla mientras lo saboreábamos, pero al final de la tarde conseguí sentirme mucho mejor.

Dicen que el chocolate produce sensación de bienestar en el organismo. Dicen que es debido a que contiene una serie de componentes con propiedades euforizantes y estimulantes, entre ellos  feniletilamina, un componente que pertenece a la familia de las anfetaminas, que actúa en el cerebro desencadenando un estado de euforia y bienestar emocional. Está demostrado que muchas personas que suelen ingerir chocolate de forma habitual, inconscientemente, comen chocolate para liberarse cuando se sienten emocionalmente tristes o afligidos.

Hay que tener en cuenta que el cacao puro es muy amargo y prácticamente no se puede comer si no se endulza, por eso en la confección del chocolate los niveles de azúcar pueden llegar hasta casi el 50% de la composición, logrando que sea un alimento extremadamente energético (40 gramos contiene más de 200 calorías). Sin embargo, esta riqueza en calorías puede ser beneficioso en aquellas personas muy deportistas, que realizan un gasto calórico muy elevado y hacen uso de este alimento para mantener sus energías constantes.

Además, el cacao tiene propiedades antioxidantes, capaz de prevenir  la acción de los radicales libres sobre el organismo. Es adecuado para prevenir la degeneración de la células del organismo  que es responsable de numerosas enfermedades, como las cardiovasculares y el cáncer. El chocolate puro es el que contiene más antioxidantes y el que debería comerse para obtener más beneficios.

  

Árbol del cacao (cacaotero)

Pero claro, no todo puede ser bueno. El chocolate es un alimento muy calórico que puede contribuir a la obesidad si no se consume con moderación. Su riqueza en grasa hace que resulte bastante más difícil de digerir que otros alimentos más ligeros. Por eso, no resulta adecuado en personas que tengan problemas de hígado. Además, el chocolate puede producir e incrementar el dolor de cabeza en personas que habitualmente sufren jaquecas y migrañas. Por otro lado, es rico en alcaloides, excita el sistema nervioso, logrando que estemos más activos frente a estímulos externos, aumentando el ritmo cardiaco. Un consumo abundante puede producir sobreexcitación, insomnio y gastritis, por lo que también es contraproducente en aquéllas personas que sufren hiperactividad.

Esto no quiere decir que el chocolate no sea un alimento sano. Consumido con moderación puede aportar numerosas propiedades beneficiosas para el organismo. Por eso, y porque de vez en cuando hay que darse un gusto al cuerpo, hoy os traigo la receta de mi mousse de chocolate casero. Fácil, super rápido de preparar y sobre todo, muy dulce…

INGREDIENTES (4-6 raciones):

200 gramos chocolate postres

200 ml. nata para montar

100 gramos azúcar

3 huevos

PREPARACIÓN:

• Fundir el chocolate troceado en un bol al baño maría o en el microondas según las instrucciones del fabricante (con 2-3' será suficiente) y dejarlo enfriar.
• Batir las yemas y el azúcar con unas varillas hasta que estén muy cremosas y un poco blanquecinas.
• Añadir el chocolate y la nata líquida. Mezclar bien.
• Por último, incorporar las claras de huevo montadas a punto de nieve (utilizad la varilla de la batidora, que las monta en un momento), con movimientos suaves y envolventes.
• Repartir el mousse en boles y dejar en el frigorífico 2 o 3 horas.

Ya me contaréis cómo os sentís después de disfrutar de vuestro momento mousse...

Selamat makan (¡Buen provecho! en indonesio). Nos leemos el próximo viernes.

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