EL LUJO DE SER CELÍACO EN ESPAÑA

Hace unos días leí un artículo en "El Mundo" muy interesante. Se titula “El lujo de ser celíaco en España”. Explica el caso de un familia madrileña en la que cuatro de sus cinco miembros padecen celiaquía. Al parecer, han lanzado una petición en la plataforma Change.org (organización que actúa como blog y lugar de acogida libre y pública de peticiones por internet de carácter cívico, reformista, social y reivindicativo del cumplimiento de los derechos humanos), reclamando una bajada en el precio de los alimentos sin gluten. Y es que el IVA de estos productos se sitúa en torno al 21%. Por supuesto, desde aquí me uno a la causa y reivindico también esa disminución en los precios de los productos sin gluten. La harina y sus derivados son alimentos considerados como de primera necesidad para todos los españoles en general y es totalmente injusto que sean valorados como productos de lujo para personas con esta dolencia.

Y ya que hablamos de celíacos, ¿sabemos en qué consiste esta enfermad?, ¿cómo y por qué se produce?, ¿cuáles son sus remedios? Os propongo acercarnos un poco más a la celiaquía, una enfermedad cada vez más extendida en nuestro país.

La enfermedad celíaca (CE) es una intolerancia permanente al gluten de trigo, cebada, centeno y probablemente avena que se presenta en individuos genéticamente  predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes. A diferencia de la opinión anteriormente utilizada por los expertos de que se trataba de una enfermedad únicamente digestiva, actualmente presenta una frecuente afectación sistemática, que se combina con otros procesos patológicos que incluyen diversos órganos y sistemas.

Se desconoce la causa exacta de la celiaquía. El revestimiento de los intestinos tiene pequeñas proyecciones que contienen zonas llamadas vellosidades. Éstas ayudan a absorber los nutrientes. Cuando las personas celíacas consumen alimentos con gluten, su sistema inmunitario reacciona causando daños a estas vellosidades. Como resultado, son incapaces de absorber los nutrientes en su forma apropiada. Por lo tanto, una persona resulta desnutrida sin importar cuánto alimento consuma.

Bollería industrial

Esta enfermedad se puede manifestar en cualquier momento de la vida, desde la lactancia hasta la adultez avanzada. Las personas con familiares que padecen celiaquía están en mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Es más común en las personas de raza blanca y de origen europeo. La prevalencia estimada en los europeos es del 1%, siendo más frecuente en las mujeres, con una proporción 2:1. Actualmente, la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) estima que hay alrededor de medio millón de personas diagnosticadas con esta enfermedad.

Las personas con celiaquía son más propensas a tener trastornos autoinmunitarios, como artritis reumatoidea y síndrome de Sjögren (trastorno en el que se destruyen las glándulas que producen las lágrimas y la saliva, causando sequedad en la boca y en los ojos, afectando también a otras partes del cuerpo como riñones y pulmones), enfermedad de Addison (trastorno que ocurre cuando las glándulas suprarrenales no producen suficiente cantidad de sus hormonas), síndrome de Down, cáncer intestinal, linfoma intestinal, intolerancia a la lactosa, tiroides y diabetes tipo I.

Variedades de panes con cereales

Los síntomas de la celiaquía son diferentes de una persona a otra y esto dificulta el diagnóstico. Algunos de los síntomas son dolor abdominal, gases o indigestión, estreñimiento, disminución del apetito, diarrea, náuseas y vómitos, pérdida de peso inexplicable, formación de hematomas, depresión, ansiedad, fatiga, retraso en el crecimiento de los niños, pérdida de cabello, ausencia de menstruación, calambres musculares…

Para detectar la celiaquía se utilizan los exámenes de sangre que pueden detectar algunos anticuerpos especiales llamados anticuerpos contra la transglutaminasa tisular (tTGA) a anticuerpos antiendomisio (EMA). Si éstos dan positivo, a menudo se lleva a cabo una endoscopia de vías digestivas altas para obtener una muestra de tejido del duodeno. La biopsia puede mostrar un aplanamiento de las vellosidades en las partes del intestino que están por debajo del duodeno. También se suelen hacer pruebas genéticas de sangre para determinar quién puede estar en riesgo de padecer celiaquía.

La celiaquía no se puede curar. Los síntomas desaparecen y las vellosidades sanan si se sigue una dieta libre de gluten de por vida. El celíaco debe aprender a leer las etiquetas de los alimentos y medicamentos con sumo cuidado. Con el tiempo, la mayoría son capaces de mejorar. El médico puede recetar suplementos vitamínicos y minerales para corregir deficiencias nutricionales. La curación ocurre con mayor frecuencia al cabo de 3 a 6 meses en los niños y puede tardar de 2 a 3 años en los adultos.

Pasta de harina con gluten

Lo cierto es que cada vez hay más casos de personas que padecen celiaquía a mi alrededor. Mi consejo, no obsesionarse. Lo importante es concienciar a los enfermos de sus límites y educarles para que sean ellos mismos los que aprendan a protegerse del gluten. Prevenir en estos casos es la clave y mantenerse informado de lo que uno puede comer es vital. 

Actualmente, existe una oferta cada vez más extensa de productos sin gluten en supermercados y también en algunos restaurantes que, poco a poco, van facilitando la vida a los celíacos. Por este motivo, he elaborado una lista de alimentos con y sin gluten que puede ayudar a aquéllos que padezcan esta enfermedad:

ALIMENTOS SIN GLUTEN:

• Leche y derivados (quesos, requesón, nata, yogures naturales y cuajada.
• Carnes y vísceras frescas, congeladas y en conserva al natural, cecina, jamón serrano y jamón cocido calidad extra.
• Pescados frescos y congelados sin rebozar, mariscos frescos y pescados y mariscos en conserva al natural o en aceite.
• Huevos.
• Verduras, hortalizas y tubérculos.
• Frutas.
• Arroz, maíz y tapioca, así como sus derivados.
• Legumbres.
• Azúcar y miel.
• Aceites y mantequillas.
• Café en grano o molido, infusiones y refrescos.
• Vinos y bebidas espumosas.
• Frutos secos naturales.
• Sal, vinagre de vino, especias en rama y grano.

ALIMENTOS CON GLUTEN:

• Pan y harinas de trigo, cebada, centeno, avena o triticale.
• Productos manufacturados en los que entre su composición figure cualquiera de las harinas ya citadas y en cualquiera de sus formas: almidones, féculas, harinas y proteínas.
• Pasteles, bollos, galletas, bizcochos tartas y demás productos de pastelería.
• Pastas italianas (fideos, macarrones, espaguetis) y sémola de trigo.
• Bebidas destiladas o fermentadas a partir de cereales: cerveza, whisky, algunos licores…

ALIMENTOS QUE PUEDEN CONTENER GLUTEN:

• Embutidos (chorizo, morcilla…) y productos de charcutería en general.
• Yogures de sabores y con trocitos de fruta.
• Postres lácteos.
• Salsas preparadas.
• Sopas y cremas en lata o en sobre, cubitos para sopas y sazonadores.
• Quesos fundidos, en porciones, de untar y de sabores.
• Patés diversos.
• Conservas de carne y de pescado con diferentes salsas.
• Caramelos y gominolas.
• Sucedáneos de café y otras bebidas de máquina.
• Frutos secos fritos y tostados con sal.
• Helados.
• Sucedáneos de chocolate.
• Colorante alimentario.

Os dejo el link de la Federación de Asociaciones de Celíacos en España (FACE), por si queréis obtener todavía más información:  www.celiacos.org

Sólo me queda decir que con constancia y tesón todo se consigue así que, ¡ánimo celíacos, vosotros podéis!

Nos leemos el próximo lunes.

P.D.: Si os apetece escribir algún comentario o compartir esta receta en las redes sociales, podéis hacerlo un poquito más abajo. ¡Muchas gracias!